Cuentos subterráneos
Los cineastas Jonathan Demme y Abel Ferrara dirigen un telefilme sobre el metro neoyorquino
Los directores de cine norteamericano independiente, Jona-than Demme, oscar por El silencio de los corderos, su sobrino, Ted Demme (Beautiful girls) y el controvertido y provocador Abel Ferrara (El funeral), son tres de los autores del telefilme Subway stories (Historias del metro), un mosaico de 10 historietas con un idéntico hilo conductor: los vagones, andenes, pasillos, escaleras y recovecos del metro de Nueva York, un hormiguero humano donde puede pasar absolutamente de todo. Esta película para televisión, que reúne a una decena de interesantes cineastas, se emite esta noche (22.00) por la HBO, una de las cadenas norteamericanas de cable más consolidadas.Subway stories nació hace dos años de la inquieta imaginación de la actriz hispana Rosie Pérez. "Cada vez que oía a alguien contar historias del metro, me quedaba fascinada", asegura la protagonista de Perdita Durango, la esperada película que Alex de la Iglesia ha rodado en México, basada en la tenebrosa novela de Barry Gidford. La actriz acudió con su idea bajo el brazo a la cadena HBO. Allí le pusieron en contacto con Jonathan Demme y el productor Edward Saxon. Y el proyecto empezó a andar.
A continuación convocaron un concurso de cuentos sobre el metro, en los que la gente contara vivencias, propias o ajenas. Entre las mil cartas recibidas, que Rosie Pérez -asegura- leyó hasta el final, seleccionaron 10, de las que partieron los guiones. En contacto con el Metropolitan Transit Authority (MTA), oficina que autoriza los rodajes cinematográficos en el subsuelo de Nueva York, empezó el rodaje -con una media de dos días por episodio-, en localizaciones reales de Manhattan y Brooklyn, incluyendo las estaciones Grand Central, Times Square y Coney Island.
"Tragedia, comedia, aventuras: todo puede acontecer en el metro", vaticina Edward Saxon, productor de títulos de éxito como The wonders, Philadelphia o Casada con todos y socio de Rosie Pérez (Do the righ thing) y de Jonathan Demme (El silencio de los corderos) en esta aventura. Porque Nueva York está aún más vivo bajo tierra. Un ejemplo del poder de este submundo es el episodio titulado Amor en la línea A. En él, un ejecutivo se despide cariñosamente de su mujercita por las mañanas en la misma estación. Cada uno, tomará trenes diferentes para acudir a sus respectivos trabajos. De repente, el hombre descubre, en su concurridísimo vagón, cómo una pareja se mete mano salvajemente sin que el resto de los viajeros se dé cuenta. Al día siguiente, este silencíoso observador se coloca astutamente en el mismo lugar donde estaban los amantes, y espera a que aparezca aquella mujer. Ésta, efectivamente, ocupa su puesto. Y, sin mediar palabra, inicia sus tocamientos con su nuevo, y alucinado, compañero de juego. La situación se repite 24 horas más tarde. Así todos los días, a la misma hora, en el mismo vagón de la línea A. Hasta que el hombre desea conocer a su anónima amiga y entablar conversación. Dirigido por uno de los cineastas más polémicos, el neoyorquino Abel Ferrara, Amor en la línea A está protagonizado por Michael McGlone (Los hermanos McMullen) y la madre del proyecto de Subway stories, Rosie Pérez, actriz muy comprometida con el cine alternativo y que se ha reservado uno de los mejores números de esta función.Y es que por estos cuentos desfila la flor y nata del cine independiente de Estados Unidos. Lili Taylor (la Valerie Solanas de Yo disparé a Andy Warhol) y Michael Rapaport (Poderosa Afrodita) protagonizan el capitulo The listeners (Los oyentes), antes de su violenta crisis en la vida real: el actor está pendiente del juicio en el que Lili le acusa de acoso sexual después de haber roto su relación sentimental. El actor-bailarín Gregory Hines (Noches de sol) evita en Milagro en Manhattan que una embarazada Anne Heche (en la vida real es la compañera sentimental de la actriz Ellen DeGeneres, protagonista de la serie Ellen, que La 2, de TVE emite intermitentemente) se arroje a las vías segundos antes de que pase el tren. Les dirige Ted Demme, sobrino de Jonathan y realizador de uno de los éxitos cinematográficos de la temporada pasada: Beautiful girls. Y una elegantísima Mercedes Ruehl (ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto por El rey pescador) regala más que cariño a un jovencito en un vagón solitario en el capítulo Underground, como ya hiciera Rebecca de Mornay con Tom Cruise hace años en Risky business.
"No puedes dejar de percibir estas historias cuando subes al metro", afirma Rosie Pérez. "Esta película trata sobre experiencias humanas y da una visión de la vida. La realidad es así: el metro es un gigantesco caldero que aglutina a mucha gente, y un montón de cosas fantásticas. salen de ahí", añade. Jonathan Demme, por su parte, explica que se siente "orgulloso de haber reunido a un grupo de interesantes miembros de la industria cinematográfica para que den su particular visión de un mismo tema". El estimulante resultado se llama Subway stories.
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