"Cuando llegué al estadio noté que iba a ser un día especial"
Recién llegado a Montecarlo, donde correrá mañana, procedente de Zúrich, Fermín Cacho atendió una llamada de EL PAÍS con voz cansada pero feliz. A sus 28 años, vive su semana más gloriosa: primero el subcampeonato del mundo en Atenas, y el miércoles, el récord de Europa logrado en Zúrich -3.28.95- batiendo el obtenido por Steve Cram en Niza (16 de julio de 1985) -3.29.67- y el de España, que tenía José Luis González -3.30.92-. Pero, a pesar de todo ello, no olvida la medalla de oro que ganó en Barcelona 92. "Eso es inolvidable".Pregunta. Desde hace 24 horas se ha convertido en el tercer mejor atleta de 1.500 metros de todos los tiempos ¿Cómo se siente después de alcanzar la gloria?
Respuesta. Fundamentalmente estoy muy cansado después del Mundial y de la reunión de Zúrich, pero también feliz. La verdad es que no imaginaba que iba a lograr este récord. Hace mucho tiempo que lo perseguía y lo he logrado en el momento que menos lo esperaba.
P. ¿Cómo recuerda la carrera?
R. Recuerdo que me encontraba muy a gusto en la pista. Cuando faltaban 200 metros para la meta miré el reloj del estadio y vi que pasamos los 1.300 metros en tres minutos y pensé que si corríamos en 30 segundos lo que quedaba haría récord de España, así que decidí esprintar. Cuando llegué a la meta me di cuenta que había podido batir el récord de España, pero tardé unos instantes en darme cuenta que también había logrado el de Europa.
P. Sería un momento muy especial para usted.
R. Sí. Sentí una enorme alegría, pero recuerdo que me dolían mucho las piernas.
P. ¿Ha visto la carrera en vídeo?
R. Sí, la misma noche del miércoles la vi. Sólo la he visto una vez, pero me ha servido para sacar bastantes conclusiones.
P. ¿Cuáles?
R. Cometí algunos errores. ardé bastante tiempo en situare en cabeza, corrí demasiado por a calle dos; pero, eso sí, fui muy valiente.
P. Sorprende que sea tan crítico.
R. Yo siempre soy muy duro conmigo.
P. Pero cuando todo el mundo está alabando su éxito usted parece insatisfecho.
R. Es que me faltó ganar la carrera. Creo que podría haber vencido a El Guerruj. Ahora tengo que seguir trabajando y sufriendo para conseguírlo. Algún día lo lograré.
P. Nadie dudaba de su categoría como atleta, pero se decía que no lo tenía todo porque le faltaba un récord en su carrera.
R. Sí, efectivamente me faltaba eso, pero es que ganar un récord no tiene a veces mucho que ver con ganar un campeonato, una medalla.
P. A los atletas se les acusa de batir los récords en los mítines, no en los campeonatos. Se achaca a que las recompensas económicas son más suculentas.
R. No es así. Lo que pasa es que en un mitin se corre de otra manera. En un campeonato te planteas la táctica de una manera mucho más conservadora, pero en una reunión como la de Zúrich te puedes arriesgar más porque si te equivocas enseguida tienes otra.
P. Dicen que los corredores saben cuándo están preparados para lograr un récord. ¿Sentía esas sensaciones?
R. Sabía que en Zúrich se iba a correr muy rápido, y lo que tenía que hacer era salir detrás y aguantar hasta donde pudiese. Pero desde que llegué al estadio noté algo, sabía. que iba a ser un día especial. Recuerdo que todo era perfecto, hacía muy buen tiempo y yo me sentía muy bien físicamente. En el ambiente también había algo mágico. La prueba es que se batieron tres récords del mundo y dos de Europa. Fuimos varios los atletas que sentimos esa magia.
P. ¿El récord logrado en Zúrich tiene algo que ver con lo sucedido en Atenas?
R. Sí, después del Mundial hablé con mi entrenador, Miguel Mostaza, y decidimos quedarnos entrenando en Atenas para intentar algo en Zúrich. Pensábamos en hacer una buena carrera, pero no en batir el récord.
P. Ésta ha sido una temporada muy buena para usted.
R. Sí, creo que ha sido la mejor de mi vida, y la última semana en especial; primero, el subcampeonato del mundo, y ahora, el récord. Sólo tuve problemas al principio con una lesión en la rodilla.
P. El atletismo español vive un momento óptimo. Ahí están también las medallas de Abel Antón y Martín Fiz. Pero en España se ha creado una cierta polémica sobre si Antón actuó mal con Fiz.
R. El atletismo, no hay que olvidarlo, es un deporte individual. Yo creo que ambos obraron bien. Martín Fiz intentó dejar clavado a Abel Antón, pero éste resistió; luego, al final, cada atleta jugó sus bazas. Creo que cada uno hizo su carrera y me parece bien.
P. Su trayectoria deportiva ha quedado marcada ya por dos momentos: la medalla de oro de Barcelona 92 y esta plusmarca europea. Si tuviera que elegir, ¿con cuál se quedaría?
R. El récord es muy importante, pero la medalla de oro es algo inigualable, eso no se olvida.
P. Y ahora, ¿cuál es su meta?
R. Me gustaría ganar un Mundial; el de Sevilla de 1999 estaría bien. No sé hasta dónde puedo llegar, pero también sueño con Sidney 2000 y con ganar allí mi tercera medalla olímpica.
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