La habilidad
Hace un año, Atlanta, Fermín Cacho se dirigió a Morceli en la cámara de llamadas. Le miró y le dijo: "Yo ya tengo una medalla en el armario. Tú no". Dicen que al argelino se le cambió la cara. Cacho, que fue segundo, cree que Morceli ganó por la caída de El Guerrouj. El atleta español es un competidor notable. Su espacio natural son las grandes finales, donde rara vez defrauda. Es un atleta de carácter que se beneficia además del ritmo que preside el 1.500 en los Juegos o los Campeonatos del Mundo. Entre 3.33 a 3.36, Fermín Cacho es temible. Ahí aprovecha la velocidad que más le conviene y saca partido de la tensión que se produce en el grupo. En las peleas tácticas, donde lo que se juega es el título y no el récord, Cacho se mueve como una anguila.
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