Expertos escaladores

Según manifestó uno de los socorristas, "los españoles seguro que eran expertos escaladores, lo hemos comprendido por sus pertrechos, pero el mal tiempo ha sido para ellos probablemente fatal". Es difícil reconstruir los hechos, pero, según Andrea Ciola, uno de los socorristas, "el enorme frío ha debido crear problemas a los cuerpos y a las cuerdas, y aunque al caer no se han desfigurado, las heridas eran mortales.

Por su parte, el portavoz de la familia describió a Ignacio Cote cómo "Un chico muy fuerte", e insistió en que sus padres aceptaban la afición de su hijo hacia el alpinismo "porque veían que lo pasaba bien con ella". Estudio, trabajos eventuales y el actual cumplimiento de la prestación social sustitutoria llenaban el tiempo que no dedicaba al alpinismo.

Una vecina de Cote abundó en esta opinión: "Era un chico buenísimo. Me he quedado muy mal al saber su muerte". "Todas las semanas le veía cargado con su mochila y con todas esas cosas para irse a la montaña. Era muy fuerte y muy trabajador", explicó esta mujer, que excusó decir su nombre. Cote pertenecía a la Federación Andaluza de Alpinismo y "disponía de todos los seguros y todos los papeles necesarios", afirmó a Efe un familiar del muchacho que pidió mantenerse en el anonimato.

Rafael Castillo era un experimentado profesor de la Escuela Andaluza de Montañismo de la federación regional de este deporte en Córdoba. Pertenecía desde 1987 a la Escuela de Montañismo, con sede central en Málaga, y en esta expedición iba acompañado de otros montañeros.

Castillo, de profesión bombero en el Ayuntamiento de Córdoba, ha realizado ascensiones en África, como la del Corredor del Diamante al monte Kenia, al Condoriri (Bolivia) en los Andes, al Alpamayo, al Artesonraju y al Chacraraju en Perú, y preparaba para el próximo año una escalada en el Tíbet al quinto monte más alto del mundo.