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Entrevista:

"En IU hay miedo a decir lo que se piensa"

Enric Company

Rafael Ribó cree fundamental para el futuro de la izquierda sumar todas las sensibilidades posibles siguiendo los pasos de Francia y Gran Bretaña.Pregunta. ¿Cómo cree que afecta a IU la sustitución de Felipe González en el PSOE?

Respuesta. Se dice que cuando alguien quiere cambiar de política puede hacer dos cosas: cambiar de política o cambiar de personas. González ha confrontado la teoría del tapón. Y el tapón ha saltado por voluntad propia. Eso nos allana el terreno. Almunia, al asumir el. cargo, lanzó dos mensajes. Primero: estamos en una nueva. etapa. Por tanto, corrige aquello de que el triunfo de Aznar iba a ser un breve paréntesis antes del retorno del PSOE a La Moncloa. Y segundo: formula la idea de causa común de las izquierdas frente a la idea de que el PSOE debía ser su casa común. Eso permite que cada uno trabaje desde su propio espacio por la causa común.

P. ¿No cree que Julio Anguita está muy marcado por el antifelipismo y es prisionero de esa inercia?

R. Antes de las elecciones del 3-M, González era el portaestandarte de una política consistente en gobernar España desde la columna vertebral del PSOE con aliados en el centro derecha. Es decir, con Jordi Pujol. Eso le escoró a la derecha. Frente a esa política, la de Anguita fue la de decir que en España debía desaparecer el PSOE corrupto para que quedaran sólo la derecha conservadora y la izquierda coherente. La de IU, claro. Eran posiciones irreconciliables. Y entre una y otra, el PP ganó las elecciones.

P. Pero González ya no está..

R. Y todo apunta a que ha desaparecido una de estas dos posiciones. Pero la otra se mantiene. Lo erróneo de la estrategia de IU nace la noche del 3 de marzo, cuando la ciudadanía votó y no nos dio la confianza como alternativa ni como freno al PP. Eso obligaba a rectificar. Pero no. La respuesta fue: aquí no se toca ni una coma.

P. Pero mientras la dirección de IU se mantiene en esas, organizaciones como las de Cataluña, Galicia y otras van por otra vía. ¿Qué pasa?

R. Las gentes progresistas están en la clave de que frente al PP nos encontraremos siempre todos. Es estar en contra de dar alas al Opus Dei, contra la ruptura de la progresividad fiscal, contra las amenazas a la libertad de expresión, etcétera. Contra lo que aparece cuando el PP enseña los dientes. Pero en cambio no encuentra propuestas que le animen. Entonces surge lo de Cataluña, lo de Galicia, la campaña por un alcalde digno en Madrid. Es decir, surge la pregunta ¿por qué no sumamos?

P. ¿Cómo incide en esa situación el éxito de la izquierda en Francia y Gran Bretaña?

R. Es obvio que empuja en la misma dirección. Comenzó en Italia, y de ahí que se nos dijera que copiábamos del Ulivo. Pero ahora ya no se habla de Italia, sino de Francia. Y el éxito de Francia no está en un programa elaborado y, negociado minuciosamente, no. Radica en la voluntad de dar una respuesta de izquierda y en la fuerza de la unidad.

P. ¿ A qué atribuye e enfrentamiento de IU con los sindicatos?

R. Salgo muy conmovido por haber visto en Leganés a la gente abucheando el domingo a CC OO y UGT. Hay quien ha sembrado odio, de forma irresponsable, contra los sindicatos de clase. Han sembrado división. Y cuando se alimenta las vísceras, luego cuesta mucho introducir de nuevo racionalidad.

P. Le preguntaba, por la causa de ese enfrentamiento.

R. Se debe a que no se quiere aceptar lo fundamental. Y es que por mucho que uno quiera representar a la clase obrera, quien representa de verdad a los trabajadores, los organiza y hace propuestas que les interesan hoy son los sindicatos. Ellos no se refugian en el discurso de todos los males vienen de Maastricht. Van a lo concreto: pensiones, lucha contra la precariedad laboral, rechazo a desprestigiar a Hacienda con operaciones como la del amiguismo...

P. ¿Comparte la idea de Cristina Almeida de que el núcleo dirigente de IU quiere convertir esa formación en una Refundación Comunista?

R. Lo que sucede en IU tiene varias causas. Y una de ellas es que hay quienes continúan creyendo que unos pocos tienen la verdad revolucionaria, la interpretación acertada de la historia. Es la teoría de las dos orillas. En una estarían ellos y en la otra todos los demás, y el instrumento más útil para aplicar esa idea es el PC.

P. ¿Cree que puede imponerse esa opción?

R. Ahora mismo, dentro de IU hay abiertos los siguientes frentes: Galicia, Cantabria, Castilla-La Mancha, País Valenciano y Madrid-Región. Hay serias diferencias con las corrientes internas Espacio Alternativo, Tercera Vía y con Nueva Izquierda. Más el enfrentamiento con los sindicatos y con IC. En los frentes territoriales, el instrumento del grupo dirigente es el PC. Montan asambleas paralelas para cuestionar la dirección de IU cuando no la controlan. La pregunta es ¿por qué?

P. ¿Y la respuesta?

R. Sólo puede ser una apelación a la reafirmación del mensaje original de IU: que es el de la suma de esfuerzos diversos, el pluralismo y el federalismo. Quienes recordamos la ruptura del PSUC y del PCE en 1981 sabemos que con sanciones no se arregla nada. Pero a mí lo que más me interesa es crear la alternativa en España y en Cataluña. En Cataluña ya arranca. Sindicatos, organizaciones sociales, vecinales, ONG, círculos intelectuales, formaciones políticas, debemos coordinarnos con vistas a la alternativa.

P. ¿Qué van a hacer para promoverla?

R. Hablar con todos. Incluido el PSOE. Y con todos los integrantes de IU. Ya lo hacemos. ¿Sabe con qué nos encontramos? Con muchas coincidencias y con que en IU hay miedo a decir lo que se piensa, incluso entre gentes que están en la mayoría.

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