PRÍNCIPE Y PADRE

El príncipe más observado y criticado de la historia moderna de Inglaterra, Carlos de Gales, ha visto ahora sus dotes paternales diseccionadas en público. Según una encuesta nacional efectuada en los adolescentes británicos, Carlos es uno de los peores padres del Reino Unido. Paul Gascoigne, jugador del Glasgow Rangers, y Grant Mitchell, protagonista del culebrón de la BBC East Enders, completan el trío de los progenitores que aparentan pasar menos tiempo del necesario con sus respectivos hijos. Pero las tribulaciones del príncipe no acaban ahí. Altos dignatarios del anglicanismo nacional están descontentos con su falta de asistencia a los oficios religiosos. Para ellos, incluido Robin Woods, capellán de la reina Isabel II, Carlos debería ir más a menudo al templo. La futura cabeza visible de la Iglesia de Inglaterra, honor que ostentará cuando reine, debe dar ejemplo. Por cierto que su madre, la soberana, ha tenido también un roce con él. El príncipe quiere dar una fiesta privada en el yate Britania después de la devolución de Hong Kong a China. Carlos representará a la corona, pero Isabel II teme dar que hablar con un festejo semejante,-