_
_
_
_
Entrevista:FÚTBOLENTREVISTA IMPERTINENTE

"A la afición del Athletic nunca le vendo viento"

Luis Fernández se declara bilbaíno (de adopción) hasta la médula, habla un español de Tarifa y un francés parisino. En realidad habla los dos idiomas a la vez, pero se le entiende todo. Se define a sí mismo como un jugador recién retirado y justifica sus maneras porque vive los encuentros con la misma intensidad y a veces se comporta como ellos. Sin embargo, olvida y rectifica con la misma pasión que se equivoca. Un conflicto con un árbitro le enseñó que es mejor olvidarse de los colegiados y de la prensa. Sólo lee los titulares, porque piensa que es lo único que lee la gente.Pregunta. Usted ha llegado a España como un terremoto, tanto en lo deportivo como en lo personal. ¿Se lo había propuesto o le sale así?

Respuesta. Yo siempre he sido así. En realidad, soy más jugador que entrenador, y, por eso vivo los partidos como un jugador más, con sus cualidades y defectos.

P. Pero últimamente parece que se ha atemperado mucho, se le nota más modosito...

R. No, no, yo no voy a cambiar. El entrenador se tiene que imponer. Yo respeto mucho a los ntrenadores, a la gente del fútbol, pero cuando alguien me toca un jugador o al club, por ahí no paso. Como dicen en Francia, lo que pienso lo digo en alto. Hay otros que nunca quieren decir lo que piensan.

P. Dicen de usted que es más de Bilbao que la ría.

R. Yo me siento bilbaíno porque estoy muy a gusto en esta ciudad, en este país. Aquí nunca me han engañado.

P. Entre sus innovaciones figura la de abroncar y chillar al público cuando, normalmente, es el público quien grita al banquillo.R. Al público de San Mamés le pido apoyo porque el jugador tiene que sentir a la afición, sobre todo cuando juega mal.

P. Pero es que usted le chilla, le exige, le abronca.

R. Pues sí, sobre todo cuando se relajan y piensan que todo es fácil, que ya está hecho. Ni los jugadores ni el público pueden relajarse hasta el último minuto.

P. Mourinho, Robson, Guardiola, Irureta... ¿Se lo han olvidado ya estos nombres?

R. Y Antic también. Yo, cuando cometo un error, soy grande para saberlo y me disculpo. Así lo he hecho en una ocasion, pero en otros casos no me he equivocado. Yo respeto a todo el mundo, pero si tengo que dirigirme al banquillo contrario por una razón que creo justificada, lo digo de la misma manera.

P. Usted se comporta en las ruedas de prensa como un señor con los árbitros, pero habría que oírle en el campo.

R. Nunca les digo nada. No les insulto, porque a mí tampoco me gusta que me insulten. En el campo puedo decirles que se han equivocado en una jugada, pero nunca insultarles. Jamás les insulto. Además, ya tuve una experiencia cuando, como jugador, critiqué a un árbitro y todo el mundo se volvió contra mí. Desde entonces no hablo, no comento sobre los árbitros.

P. La vida le ha pegado duro, pero al final no le ha tratado nada mal.

R. La vida siempre me ha pegado duro. Perdí a mi padre en Cataluña y tuve que marchar a Francia con mi madre y mi hermano, con lo que supone de dificultad, pero siempre he encontrado fuerzas para superar las adversidades. -

P. Si el Athletic consigue la UEFA en el, último partido, no va a haber quien le pare...

R. Estaría mas contento que nadie. Estaría como loco. Conseguir la UEFA el primer año de estar aquí, pues...

P. ¿Ha encontrado al intermediario que le ofreció al Real Madrid?

R. No, aún no lo he conocido. Es una historia que no puedo comprender. En cualquier caso, yo estoy contento en Bilbao. Como jugador y como entrenador, siempre he cumplido los contratos. Otra cosa es que tenga que hacer las maletas voluntariamente.

P. En el Athletic, los entrenadores extranjeros suelen estar de paso. ¿Usted hacia dónde mira?

R. Yo estoy aquí y no tengo ganas de marcharme. Pero tampoco hay que precipitarse en la renovación. Al final es siempre la afición la que decide, y yo a la afición nunca le vendo viento.P. ¿Ni siquiera el de Tarifa? R. Pues mira, eso me falta un poco. Allí me están esperando

y ya me gustaría aterrizar aunque haga viento de levante o de poniente. Eso no es problema.

P. ¿No cree que aquí los presidentes hablan mucho y los jugadores muy poco?

R. Aquí hay mucho medios de comunicación y necesitan gente que quiera decir algo. También me he dado cuenta de que se enfadan un día y al siguiente vuelven a amigarse. Esto es bueno. Pero a veces no está bien porque el fútbol debe transmitir una imagen positiva. Pero, claro, si la gente ve discutir en el palco al Madrid y al Barcelona, no es extraño que después discutan los presidentes del Jaén y del Córdoba. Yo les entiendo porque Madrid y Barcelona quieren ser campeones y al final sólo hay uno.

P. ¿Usted tampoco habla poco?

R. Yo hablo lo que tengo que hablar, pero siempre con sinceridad, con respeto y sabiendo con quién trabajo.

P. Tampoco se muerde la lengua, claro.

R. No, no en absoluto.

P. ¿Usted es de los que leen los periódicos o de los que dicen que no los leen aunque al final los devoren?

R. No, sólo leo los titulares porque al final es lo que lee la mayoría de la gente.

P. ¿Tampoco se ha mordido la lengua en esta entrevista?

R. En absoluto.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_