Bryan Adams trae al Pabellón la fuerza de sus baladas

Aunque el canadiense Bryan Adams es un buen rockero en la acepción más vigorosa del término, lo cierto es que su fama se debe sobre todo a las canciones interpretadas a medio tiempo y a las baladas. Todavía resuenan los ecos de Everything I do, que se incluía en la banda sonora de la película Robin Hood y le convirtió en un artista con popularidad mundial. Esta noche presenta las canciones de 18 till I die, su último disco, en el que sigue dando un poco de rock poderoso y otro poco de balada, en el Pabellón del Real Madrid, donde ya se presentó hace más de ocho años en la que fue su primera gira por España.Y es que, cercano a los 40, el cantautor eléctrico canadiense es un viejo conocido en los escenarios de Madrid. En sus actuaciones anteriores siempre derrochó energía, y sus canciones de amor no dejaron de sonar contundentes gracias a la entrega de sus guitarras y la sabiduría de los excelentes músicos que le acompañaban.

Generosidad

Un recital de este norteamericano es un encuentro de casi tres horas con el rock más clásico y bien elaborado. Bryan no para de dar saltos de un lado a otro, y esa generosidad le está valiendo ser considerado el heredero de Bruce Springsteen, máxime cuando el estadounidense se dedica últimamente a los conciertos acústicos y sosegados.Aún quedaban ayer muchas entradas por vender, pero, a pesar de todo, nada hace pensar que su concierto de hoy vaya a carecer de la magia de otras veces. Casi con los mismos músicos de la última ocasión, Bryan Adams, rubio, correcto y bien parecido, ejercerá esta noche de rockero imparable, pero, para que el público aguante, dosificará sus eternas baladas, que sólo él sabe interpretar con un verdadero sentido del ramatismo y el apasionamiento.

Bryan Adams actúa hoy en el Palacio de los Deportes (plaza de Dalí, s/n. (Metro Goya). A las 22.00. 3.200 y 4.200 pesetas.