Esquerda Unida desoye a Anguita y cierra su pacto con el PSOE en Galicia
Las advertencias de Julio Anguita no han doblegado la firme voluntad de los dirigentes de Esquerda Unida-Esquerda Galega (EU-EG), que ayer cerraron en Santiago de Compostela su acuerdo electoral con el PSOE. El pacto sólo está pendiente de que mañana lo ratifique el consejo nacional de EU-EG, aunque su coordinador general, Anxo Guerreiro, afirmó que los resultados de las asambleas comarcales celebradas en los últimos días anticipan "un respaldo ampliamente mayoritario".
La liturgia de la firma oficial del pacto no se escenificará hasta la próxima semana, pero los dirigentes del PSdeG y de EU-EG ya se rodearon ayer de cierta solemnidad para confirmar su alianza electoral. Comparecieron juntos en un salón noble del viejo Hostal de los Reyes Católicos, en Santiago de Compostela, con Guerreiro luciendo una infrecuente' corbata, y allí avanzaron un esbozo de programa electoral.La coalición llevará las siglas de los dos partidos y a EUEG se le garantiza un mínimo de dos diputados: el candidato número dos por La Coruña y el tercero de Pontevedra. Una vez elegidos, tendrán libertad para formar grupo parlamentario propio o integrarse en el mixto, en el que previsiblemente serían la única fuerza.
Los dirigentes de EU-EG aseguran que no pretenden echar un pulso al secretario general de IU, Julio Anguita, pero apelan a su soberanía para desatender las advertencias, e incluso amenazas veladas, blandidas en los últimos días por miembros de la presidencia federal de Izquierda Unida.
No habrá lista del PCE
Guerreiro descartó que el núcleo duro del Partido Comunista de Galicia vaya a presentar una candidatura propia, y a la pregunta de si no teme ser expulsado de IU, respondió: "¿Pero quién es, IU para expulsar a nadie?. Somos una fuerza soberana".El acuerdo programático, todavía muy genérico y titulado Una propuesta para el cambio radical que necesita Galicia, destila todo el viejo ideario socialdemócrata. La coalición se compromete a aprobar de forma inmediata un "Plan de choque por el empleo", basado en la iniciativa pública.
"Proponemos políticas económicas expansivas frente a los planes de ajuste actuales", explicó Manuel Lago, de EU-EG. La coalición también se. compromete a frenar el sesgo liberalizador imprimido a la sanidad y la educación públicas por el Gobierno de Fraga.
Ambas formaciones proclaman su intención de lograr para Galicia el máximo techo competencial y de oponerse al traspaso del 30% del IRPF en las condiciones actuales. El grupo de Guerreiro hace expresa profesión de fe europeísta, tal vez otro de los posibles puntos de fricción con Anguita. El acuerdo, sin entrar en detalle alguno, se refiere al deterioro del medio ambiente como "uno de los principales problemas del país", en lo que parece un guiño a Os Verdes de Galicia, un minúsculo partido que ha mostrado su deseo de adherirse a la coalición.
El pacto ha animado a los dirigentes del PSdeG a desempolvar la retórica izquierdista. Su secretario general, Francisco Vázquez, rechazó las comparaciones con El Olivo italiano -una coalición que incluye a grupos centristas- y señaló que su modelo es el "programa común" con el que socialistas y comunistas franceses auparon a François Miterrand a la presidencia en 1981.
"Este acuerdo marca un hito en la política española", sentenció Vázquez. Y añadió: "No se había hecho nada igual desde 1977, con lo que hemos puesto a Galicia en el eje central del debate". El candidato del PSOE, Abel Caballero, insistió en esa misma línea, destacó la visión política y la generosidad de las dos fuerzas aliadas y se mostró abierto a otras incorporaciones o apoyos tanto políticos como sindicales.
El líder del PSOE gallego y alcalde de La Coruña, Francisco Vázquez, recordó que hace 22 años él y Guerreiro, tras firmar otro pacto para coordinar su oposición al franquismo, fueron detenidos "por orden del ministro de Gobernación de turno". Un ministro que no era otro que Manuel Fraga.
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