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DE LA HABANA HA VENIDO...

La australiana Susan Maroney tiene la suerte de que la travesía a nado de los estrechos de Florida, que separan a Cuba de EE UU, no está sometida a ningún embargo ni bloqueo. Gracias a eso y a su increíble esfuerzo, esta mujer de 22 años batió ayer un récord mundial al nadar en poco más de 24 horas las 90 millas marinas (167 kilómetros) que se paran las costas cubanas de las de Florida. Los problemas de Susan fueron otros: los tiburones, en primer lugar, para lo cual tuvo que nadar enjaulada la mayor parte de la travesía, y el estado de la mar, agitada durante la noche, aunque no tanto como en junio del año pasado, cuando la nadadora tuvo que abandonar a solamente 12 millas de los cayos de Florida. "Estoy encantada de estar aquí", dijo Susan en la rompiente de las olas de una playa de Key West, jadeante y desfallecida, sin poder ponerse todavía de pie, ante los persistentes periodistas y cámaras que entraron en el agua para recibirla. Con su gorro blanco y el bañador azul marino, en el que destacaba el logotipo del canal australiano de televisión que patrocinaba el esfuerzo, y mientras recordaba a sus acalambrados músculos cómo andar por la arena de la playa, Susan evaporaba las gotas de agua de su piel con el calor provocado por la euforia de haber logrado lo que en cincuenta ocasiones anteriores se había intentado sin éxito.- ,

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