Arrecia el incendio
Josep Lluís Núñez y Lorenzo Sanz siguen insultándose 24 horas después del Barça-Madrid ElSevilla disfruta, por fin, de una goleada Sorprendente derrota del Betis en Logroño (2-1)
Veinticuatro horas después sigue ardiendo la hoguera en las sedes centrales de los dos grandes. Mientras los jugadores descansan, los presidentes hablan. Hablan, por decirlo de alguna manera. Se insultan. Núñez dice que le habría avergonzado ser el presidente del Madrid en la noche del sábado, a lo que Lorenzo Sanz contesta que, en realidad, habría que decirle a Núñez que es un imbécil. Núñez relata que en la madrugada del sábado tuvo pesadillas, soñando que sus jugadores eran heridos por los impulsivos rivales madridistas. Lorenzo Sanz no llega a tanto, pero deja claro que las relaciones entre ambos clubes están rotas. Curioso eufemismo: rompen relaciones por enésima vez, pero se encuentran en el campo cuando les toca.La crispación no ha amainado, hecho que conviene a Núñez porque le interesa una final de Liga lo más caliente posible. Al menos en la apariencia, dado que los cinco puntos que separan al Madrid del Barcelona (seis, según algunas cuentas) son demasiados puntos a estas alturas de la temporada. Es un calentamiento ficticio, pero que puede tener sus consecuencias: Núñez está dispuesto a poner algo de su parte en este final de Liga, una costumbre desgraciadamente habitual en el fútbol español.
La reyerta entre ambos presidentes dejó por un momento en segundo plano lo realmente importante: la competición. Y ayer pasaron cosas importantes, como ese desplome del Betis, que sufrió una imprevista derrota en Logroño. El Betis queda ya lejos de aspirar a la Liga de Campeones (seis puntos) mientras el Logroñés apenas alivia su precaria situación (sigue último).
Alivio sí encontraron el Compostela y el Zaragoza en su deseo de escapar de los puestos de descenso, un conflicto en el que anda envuelta la mitad de la Primera División. Curiosamente, el equipo que se comportó mejor fue el Sevilla, que disfrutó por fin de una goleada (5-0 al Hércules), un resultado que apenas le permite una lejana esperanza de salvación.
Entre tanto, llega la hora de la verdad en Segunda División donde los puestos de ascenso no acaban de aclararse: Mallorca y Mérida están colocados , pero la diferencia con respecto al Albacete y el Salamanca es mínima.
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