Ziganda deja vivo al Valladolid
Los de Cantatore mantienen su ventaja de tres puntos sobre el Athletic
A Ziganda no conviene buscarle una explicación. Su fútbol no tiene lógica, ni predicción. Y lo mismo es capaz de inventarse un gol de donde no hay nada que de mandar a la basura una jugada que únicamente tiene el gol como salida. Así, igual que no sena extraño encontrar la firma de Ziganda entre los 50 mejores goles de la década, tampoco constituiría una sorpresa encontrarla en la lista de mayores despropósitos. Ayer, San Mamés presenció la versión mala del delantero, la que desespera al más frío de los seguidores: remató Urzaiz con violencia, rechazó César como pudo y el balón se fue manso hacia Ziganda, solo y con la portería totalmente despejada. Llegaba el gol, no cabía duda. Pues no, nunca hay certeza cuando se habla de Ziganda: sucedió entonces, no se sabe muy bien cómo ni por qué, que, en el control, al goleador del Athletic se le fue el balón hacia la derecha y que cuando acertó a rematar, ya demasiado escorado, la portería estaba poblada de vallisoletanos. El gol no fue tal.El Athletic acusó el suceso. Se había tomado el partido con paciencia, sabedor de las complicaciones. tácticas que suele esconder este rival. Dominaba, acorralaba al adversario y esperaba a que fueran cayendo las ocasiones, que fueron creciendo poco a poco en claridad. Guerrero mandó a las nubes un disparo franco y hacia la media hora de juego llegó la oportunidad suprema, el momento de Ziganda.
El delantero falló y el Athletic se vino abajo. Se salió del partido, perdió la paciencia y tomó la vía alocada y el bombardeo de globos para llegar hasta César. El Valladolid, en cambio, se sintió cada vez más seguro. El empate le valía para conquistar un trocito de UEFA y no estaba por la labor de descubrir espacios en su retaguardia por buscar la victoria. La desesperación del Athletic jugaba de su parte. Así que decidió esperar bien arropadito el paso de los minutos y, con todas las precauciones del mundo, lanzar de vez en cuando alguna contra.
El Athletic estaba sentenciado desde el fallo de Ziganda y, aunque puso corazón y vivió en el área contraria alguna acción sospechosa de penalti, no acertó a levantarse. La carrera por Europa quedó como estaba, con el Athletic a tres puntos del Valladolid.
