Continúa la gran conspiración

Los agentes especiales del FBI Fox Mulder y Dana Scully vuelven esta noche a la pantalla de Tele 5. Y lo hacen a la misma hora (22.00) en que, en Canal +, otra criatura surgida de la mente de Chris Carter, el agente Frank Black, se las tiene que ver con las fuerzas del mal en la serie Millennium. Extraño sentido de la contraprogramación el que exhibe Tele 5.Pero lo importante es que Mulder y Scully están de nuevo entre nosotros con los episodios de la cuarta temporada. Según Chris Carter la penúltima, ya que cree que Expediente X tendrá derecho al cabo de cinco años de emisión a una gloriosa jubilación. Para despedir la serie a lo grande, Carter planea rodar este verano un largometraje para la gran pantalla que no defraude a los adictos a la serie.

Si la información filtrada por Tele 5 es de fiar, Expediente X vuelve con el episodio Talitha Cumi, cuyas peripecias concluirán en el siguiente, Herrenvoik. Talitha Cumi es el último episodio de la tercera temporada, un capítulo en el que todo queda colgado y cuya resolución obliga al espectador a esperar tres o cuatro meses. La costumbre de terminar la temporada con una incógnita no ha cuajado en España, donde nadie parece confiar en la memoria del espectador.

El díptico formado por Talitha Cumi y Rerrenvolk ya es conocido por los devotos de la serie, pues fue editado en formato videográfico hace meses. En estos episodios dobles, auténticos largometrajes para la pequeña pantalla, es donde Carter y su equipo echan el resto. Lo que empieza esta noche no es una excepción. En Talitha Cumi, Mulder va en busca de un alienígena con poderes curativos al que pretende eliminar un cazador de recompensas, igual de alienígena, al que ya conocimos en episodios anteriores.

La caza del curandero extraterrestre (papel que interpreta Roy Thinnes, protagonista de la recordada serie Los invasores) lleva, por supuesto, a la inevitable megaconspiración diseñada, para variar, por el siniestro Hombre Que Fuma (cuya relación con la madre de Mulder permite especular sobre la posibilidad de que el papá de nuestro agente favorito sea en realidad tan turbio personaje).