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BALONCESTO - EUROLIGA

El infierno glorifica al Barça

Los azulgrana dan un baño al Bolonia y se meten en su sexta 'final four'

La lección magistral del Barcelona lo purificó de todos sus males en el infierno de Bolonia. En un partido decisivo, que los italianos cargaron de una tensión desmedida, el equipo azulgrana respondió a la perfección. Borró todos los males que arrastró a lo largo de la temporada, con una nefasta fase regular que le obligó a jugar con el factor campo en contra los octavos y los cuartos de final y un juego muy irregular que le hizo perder grandes ventajas y que a punto estuvo de costarle la victoria en el Palau Blaugrana ante el Teamsystem. La estrategia de la tensión no fue rentable para el equipo boloñés. Sus aficionados lo intentaron, pero lo que vieron en la pista acabó haciéndoles plegar banderas y trompetas e incluso abandonar el repleto pabellón de Casalechio mucho antes del final del partido.El banquillo del Barcelona rompió el espejismo de la guerrilla a la que recurrió Bianchini mediado el primer tiempo. La dinámica más ortodoxa le fue mal al equipo italiano. Sus extranjeros se pasaron de revoluciones. Murdock sumó su tercera falta en apenas tres minutos. McRae creyó por un momento que Casalechio era la selva. Gay mantuvo el tipo, pero poco más. Las asistencias de Djordjevic, la perfecta lectura de Jiménez de la defensa boloñesa y la aportación de los aleros dieron al Barça la vara de mando: 14-22.

Bianchini echó a su banquillo a la pista. Jugadores discretos, muy aguerridos: Vescovi, Blasi, Frosini, Pilutti... Una versión del los bad boys de aquel Barça de Costa, Crespo y Wood. El Barça perdía los estribos por momentos. Perdió balones. Se aturulló. El Teamsystem respiró a base de defensa y más defensa: 20-22. Aíto pidió un tiempo muerto. Entró Jofresa por Djordjevic. El base reserva emuló a la estrella serbia. Jofresa hizo realidad la utopía anotó tres triples consecutivos, distribuyó asistencias de aquí para allá y administró el balón con criterio. Jiménez, Esteller, Fernández y Rivas le acompañaron en el paseo triunfal.

Cada uno de ellos merecería un párrafo, cada uno de ellos se sacó ayer la espina; pero especialmente Jofresa, que ni tan siquiera jugó en el segundo partido y que se ha tenido que resignar a estar a la sombra de Djordjevic y al que incluso Salva Díez le ha llegado a restar minutos de juego. El mismo base al que se le ha discutido un puesto para la selección que disputará el próximo Eurobasket. Si Lolo Sainz vio el partido de ayer, habrá despejado una duda que, de por sí, ya ofendía.

Jiménez. Tres cuartos de lo mismo. Un tipo al que una lesión estuvo a punto de cortar su carrera y que apenas tiene minutos en la Liga ACB. Siempre ha respondido en la Euroliga. Su partido de ayer rozó la perfección. Sacó de sus casillas a McRae, no falló un tiro libre y exhibió tanta inteligencia para marcar las líneas de pase a Djordjevic y Jofresa como para fajarse bajo el aro.

Rivas. Un día tenía que resucitar. Es un tipo cuya indolencia conduce de forma errónea a desconfiar de su actitud. Pero ayer salió del banquillo para marcar las diferencias en la zona. No hay jugador como él para el cuerpo a cuerpo y para jugar de espaldas al aro.

Aíto. Cuando se consiguen victorias tan contundentes, se tiende a pensar que la aportación del técnico esta determinada por la inferioridad del equipo rival. Pero esa debilidad fue perfectamente propiciada por las decisiones técnicas del entrenador. Cambió a DJordJevic cuando tenía que cambiarlo. Planteó una defensa muy física sobre Gay y McRae, para lo cual eligió a Andreu y Jiménez. Le dio minutos a Jofresa. Planteó una defensa alternativa que desquició a Myers, que tan pronto vio como se abalanzaba sobre él Fernández, como Karnisovas, como Esteller.

El Barcelona estará en Roma. Será su sexta final four. No ha ganado ninguna, pero es el equipo mas asiduo. Se ha demostrado que no es nada fácil llegar a esos dos días con cuatro equipos, cuatro equipos y un solo campeón. El Panathinaikos, actual campeón, el equipo con más alto presupuesto del continente, no estará en Roma. ¿Quién se acuerda de otros recientes campeones, como el Joventut, el Real Madrid -ni siquiera han jugado la Euroliga- o el Limoges? El Barça está ahí y no es nada fácil. De acuerdo, le falta culminar. Lo intentará de nuevo en Roma. Pero le avala el solo hecho de haberse ganado un nuevo cartucho después de una temporada que empezó de forma tan nefasta.

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