Partido crucial en Praga

La República Checa se juega el miercoles ante Yugoslavia gran parte de sus aspiraciones para entrar en el Mundial 98. La repercusión del partido alcanza a la selección española, que encabeza el grupo VI, con cuatro puntos de ventaja sobre los yugoslavos, aunque cuenta con un partido más. El empate sería el resultado más favorables para los intereses de la selección española, porque prácticamente eliminaría a los checos como rivales. Sólo el primer clasificado obtendrá plaza directo para el Mundial de Francia.El equipo checo se encuentra en dificultades después de conseguir el segundo puesto en la Eurocopa 96. Nadie lo esperaba después de varios años de mediocridad. Varios jugadores, desconocidos hasta entonces, salieron a jugar los principales campeonatos europeos. Pavel Nedved, quizá el jugador más interesante de la selección checa, fichó por el Lazio; Bejbl lo hizo por el Atlético de Madrid; Poborsky por el Manchester United; Smicer por el Lens. Se esperaba al torneo clasificatorio para el Mundial como la reválida necesaria para un conjunto joven y fuerte. Sin embargo, su camino ha sido decepcionante. Empató con España en Praga (0-0) y fue derrotado por Yugoslavia en Belgrado (1-0). Un tropiezo en el partido del miércoles dificultaría extraordinariamente el futuro de los checos.

Yugoslavia acude a Praga sin confirmar plenamente la calidad de una selección que cuenta con varias estrellas mundiales. Quizá la diseminación -en el equipo titular apenas juegan futbolistas del campeonato yugoslavo- haya afectado al funcionamiento del equipo. En cualquier caso, Yugoslavia es temible y sale como favorita frente a los checos, a la espera del encuentro decisivo frente a España el 30 de abril.

El resto de los grupos presenta a tres equipos que han metido la directa. Italia, Holanda y Rumania confirmaron su supremacía y derrotaron con facilidad a Moldavia, San Marino y Liechtenstein. Los tres equipos han ganado todos sus partidos y han ganado el terreno suficiente para afrontar con cierta serenidad el tramo final del torneo de clasificación. Italia, con la experta dirección de Zola, derrotó 3-0 a Moldavia. Uno de los tantos fue marcado por Paolo Maldini, hijo del selecccionador Cesare Maldini. Italia juega el próximo miércoles frente a Polonia en Varsovia. Una victoria de los azzurri tendría efectos disuasorios sobre la selección inglesa, que figura actualmente en el segundo puesto del grupo después de salir derrotada ante Italia en el encuentro que se disputó en Wembley.

Mientras Holanda, Inglaterra y Rumania aclaran su panorama, varios grupos parecen indescifrables. Rusia, que juega en el aparentemente sencillo grupo IX, sólo consiguió un empate (1-1) en Chipre. De esta manera, Israel mantiene sus esperanzas de conseguir una de las dos primeras plazas. Actualmente está a un punto de Rusia. Portugal decepcionó en Belfast con su empate a cero goles. El resultado abre la vía para el despegue de Alemania, a pesar de su pobre comienzo en el torneo clasificatorio. Otra selección con problemas es Croacia, que no consigue sacar el rendimiento adecuado a su colección de astros. El sábado empató en Split con Dinamarca (1-1), con goles de Suker y Brian Laudrup.