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CARRERAS DE CABALLOS: COPA MUNDIAL DE DUBAI

La lluvia suspende la carrera y "Helissio" vuelve a casa

Al final, no pudo ser. Ni para Helissio ni para nadie más. Las inclemencias del cielo, probablemente la única cosa que la familia real de Dubai no controla, hicieron imposible celebrar lo que se había anunciado com6 la mejor carrera de caballos que jamás se haya corrido, la Copa Mundial de Dubai, con premios por valor de cuatro millones de dólares.Una caída de agua torrencial que comenzó a la hora de comer y continuó sin cesar durante el resto del día hizo que los organizadores tomasen la decisión de suspender la prueba.

El director de la Copa, Michael Osborne, anunció que los organizadores están ahora estudiando la posibilidad de celebrar la carrera en otra fecha. "Si es humanamente posible se correrá", dijo. Hoy tendrá lugar una reunion con nos y los entrenadores para ver si es posible concertar otra fecha. Pero el dueño de Helissio, el empresario español, Enrique Sarasola, ya ha tomado la decisión de que su caballo volverá a casa sin correr.

Los demás lo decidirán hoy. "Existe un consenso en principio entre todos los demás", dijo con optimismo Osborne, "para correr la carrera el próximo jueves. Pero habrá que ver si el tiempo lo permite".

Al preparador francés de Helissio, Elie Lellouche, nunca le gustó la idea de correr la Copa de Dubai y es sólo a instancias de Sarasola por lo que el caballo vino aquí. "No me arrepiento de haberlo traído", dijo Sarasola, "pero las condiciones son imposibles".

Correr la carrera esta semana será difícil, pero no imposible. Aparte del tiempo, el problema más importante ahora es el calendario hípico en el resto del mundo.

El próximo sábado se corre en Inglaterra el Grand National de Liverpool, la carrera de obstáculos más famosa del mundo, un evento mediático por excelencia. Por ser también la Copa de Dubai una carrera que depende de cobertura en televisión -estaba previsto emitirla en directo o en diferido en unos 200 países- sería difícil celebrar las dos pruebas en la misma semana.

El propio jeque Moharrímed, miembro de la familia Maktoum, ministro de Defensa de los Emiratos Árabes Unidos, salió a media tarde a la pista del hipódromo para comprobar personalmente su estado. Al ver que los pies se le hundían en la arena mojada hasta los tobillos, suspendió la carrera por considerar que las condiciones no eran favorables. Además, la tormenta eléctrica suponía un peligro para los caballos.

Lo que prometió ser uno de los acontecimientos más espectaculares del mundo hípico se ha convertido en una de las mayores decepciones del mundo del deporte. Para todos los que esperaban verlo desde sus casas, pero sobre todo para los que se han desplazado a Dubai, resultó una triste experiencia. Especialmente para las elegantes damas con pamela. Pasaron una tarde de desilusión encerradas en el club del campo de golf que comparte terreno con el hipódromo. Ver la lluvia caer a cántaros parecía una escena más propia del invierno inglés que de la primavera en el desierto.

"Al menos no hace frío", dijo la elegantísima miss Irlanda a su acompañante. "No, pero qué desastre", fue la contestación.

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