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Un escándalo sexual provoca la dimisión del más importante "tory" de Escocia

El partido conservador británico encajó ayer una nueva derrota publicitaria en la segunda semana de una campaña electoral que amenaza con convertirse en una pesadilla para los tories. Allan Stewart, el más destacado de los 10 diputados que el partido de John Major conserva en Escocia, presentó el lunes por la noche su dimisión tras ser acusado en un dominical escocés de mantener relaciones con una mujer casada a la que conoció, según el rotativo, en una clínica de rehabilitación de alcohólicos.Stewart, de 54 años, casado y padre de dos hijos de 15 y 17, representaba desde 1979 la circunscripción de Eastwood, cerca de Glasgow, uno de los pocos bastiones del conservadurismo escocés, amenazado ahora por las repercusiones de tan desagradable caso. Una larga historia publicada el domingo en el tabloide Sunday Mail liga al diputado con Catherine Knight, de 47 años, casada y madre de cuatro hijos, con la que, según el periódico, intimó durante la estancia de ambos en Castle Craig, un centro de rehabilitación de alcohólicos en Escocia.

De acuerdo con el relato, la pareja ha mantenido encuentros secretos en el piso londinense del diputado. En su carta de dimisión a la Asociación Conservadora de Eastwood, Stewart reconoce el perjuicio que representa para el partido tener que buscar apresuradamente un nuevo candidato que le sustituya con vistas a las elecciones del 1 de mayo. Aun así, el diputado explica que ha llegado a la decisión de abandonar su puesto tras delicadas consultas con su mujer, Susie, debido a la angustia provocada en la familia, por "recientes informes de prensa".

De armas tomar

No es la primera vez que Stewart, licenciado en Economía por la universidad escocesa de Saint Andrew y antiguo director en Escocia de la Confederación de la Industria Británica, causa problemas a su partido. En 1995 tuvo que abandonar el puesto de viceministro de Industria en el Ministerio para Escocia tras enfrentarse, armado con un pico, a un grupo de manifestantes que protestaban por la construcción de una carretera en su propia circunscripción electoral.La dimisión de Stewart ha vuelto a acaparar titulares en la prensa británica desluciendo los informes sobre la excelente forma de la economía nacional. El lunes, datos sobre una espectacular reducción del déficit comercial del país -ha pasado de 4.000 millones de libras en 1995 a tan sólo 14 millones en 1996- sirvieron al primer ministro, John Major, para retrotraer la campaña electoral al terreno más favorable para los tories, el de la economía. Nuevamente, sin embargo, un escándalo aireado por la prensa tabloide, ha acaparado la atención general de todos los medios de comunicación.

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