Sobró la primera parte

No perder y ganar. Bien se pudieron ahorrar la primera mitad, nada tuvo que ver con la segunda y con -los últimos enfrentamientos que nos han brindado estos dos equipos. En el vestuario se quedaron los ímpetus fogosos y pudimos ver la diferencia entre no querer perder en la primera y el querer ganar en la segunda. Recuperado. Con el regreso de Simeone al centro del campo atlético el equipo ha recuperado su consistencia. Existe una mayor coordinación, además de potencia, a la hora de ejercerla presión, esto le permite la recuperación del balón más cerca de la portería contraria y con el rival descolocado. Más continuidad en las ocasiones.

El empate. Luis Enrique abandonó su posición adelantada habitual y volvió a la banda derecha. Abelardo y Couto fijaron su marcaje sobre Kiko y Esnáider, quedando Nadal de hombre libré. Pizzi como único punta esperando las incorporaciones de sus cuatro compañeros centrocampistas. Ya había avisado Robson que se conformaba con el empate.

Niveles muy altos. La temperatura sobre el terreno de juego alcanzó niveles muy altos. Mejuto permitió que Guardiola y Aguilera salieran indemnes de dos entradas violentas. Tampoco se apercibió de la importancia en la entrada de Fernando Couto a Simeone y para colmo el penalti.

Soberbio cabezazo. A Pizzi no le afectó el golpe que había sufrido minutos antes con Toni a tenor del soberbio cabezazo que supuso el segundo gol azulgrana. Se anticipó con velocidad a la defensa en busca del preciso envío de Figo desde la banda y lo colocó en el palo contrario lejos de Molina.

Quizá por eso. Muchas dudas en el penalti a favor del Barcelona. Mejuto, muy cerca en las dos jugadas polémicas, consideró que la patada de Simeone sobre Pizzi en el pie de apoyo no fue lo suficientemente fuerte, mientras que el forcejeo de, Figo con Prodan, poco después, quizá por eso, lo mereció.

El futuro. El Atlético tiene ante sí un calendario intenso en las próximas semanas. Su futuro está temporada depende de mantener el nivel que alcanzó ayer en la segunda mitad y el que le llevó a ser bicampeón.