Medallas que sólo salvan a Juan de Dios

Puede que también Domingo Bárcenas respirara hondo cuando el equipo español de balonmano recibía la medalla de bronce olímpica en los últimos Juegos Olímpicos de Atlanta. La selección logró en un año (1996) los mejores éxitos de su historia: la plata en un Europeo, el de España, y el bronce olímpico. Y era un año electoral. Bárcenas, pues, tenía motivos para sentirse seguro en su cargo de presidente de la Federación Española de balonmano y ver casi asegurada su contiunidad. Pero cuando, a finales del año, se produjeron las elecciones, Bárcenas perdió todos los apoyos y abandonó la carrera presidencial dejando solo al otro candidato, Jesús López Ricondo. Las medallas sólo salvaron a Juan de Dios Román, el seleccionador, el resto de la cúpula federativa ha sido cambiado en los últimos meses.El balonmano sigue debatiéndose en sus propias contradicciones. En cualquier deporte, los éxitos garantizan la continuidad de los directivos. En balonmano, no. "Incluso a mí me resulta difícil explicar eso", asegura López Ricondo, actual presidente de la RFEB. Pero la situación es esa. De los cargos ejecutivos que dominaban la federación en el momento de mostrar las medallas, sólo queda Juan de Dios y con sus funciones recortadas: antes era director técnico y seleccionador y. ahora sólo es lo segundo.

Domingo Bárcenas, el presidente, Manuel Falkowski, el director ejecutivo, Juan Oliver, el seleccionador femenino y director de la Escuala nacional de Entrenadores, Alejandro Ortega, el tesorero, y la junta directiva han sido sustituidos. Algunos de forma traumática como Falkowski, que litiga en los juzgados contra la actual directiva para cobrar su cláusula de rescisión situada en torno a los 30 millones de pesetas.

"Me retiré de las elecciones porque los jugadores y los entrenadores pactaron con mi rival y porque Asobal y la Federación Catalana me abandonaron a mi suerte", asegura Bárcenas. "Al final, las medallas no valieron para nada. Los jugadores y los entrenadores me pusieron como condición imprescindible que echara a Falkowski para aliarse conmigo. Y yo me negué a ello, porque le considero un buen profesional. Pactaron con Ricondo y ahora se demuestra por qué".

En la cúpula actual de la federación española figuran varios nombres que marcaban las tendencias de las asociaciones de jugadores y de entrenadores. La Comisión Ejecutiva está compuesta por Jesús López Ricondo; Paco Sánchez, como coordinador del área técnica; y Chechu Fernández y Manolo Gutierrez, como responsables de competición y actividades. En el área técnica, la más importante en cualquier federación, figuran también: Juan de Dios Roman, responsable de la selección masculina absoluta; Manolo Laguna, en promoción y base; Luis Carlos Torrescusa, en formación y divulgación; Paco Sánchez, seleccionador femenino; y César Argilés, seleccionador junior, que sigue en su cargo. También Alfonso Martínez, presidente del Comité de Árbitros, ha sido ratificado.

"No puedo aceptar que ninguno de estos cargos responda a pactos electorales", asegura Ricondo. "Los puestos técnicos deben ser ocupados por entrenadores o ex jugadores. Y creo que ellos tienen capacidad para desarrollar las funciones encomendadas. Por eso les nombré. Los acuerdos que alcanzamos con la Asociación de Jugadores y la de Entre nadores se irán desarrollando en el futuro". Ricondo entró en la batalla electoral sin grandes garantías de éxito, pero a medida que el proceso fue avanzando consiguió cuadrar las alianzas necesarias para ganar. ¿Por qué? Según Miquel Roca, gerente de Asobal, Domingo Bárcenas cometió errores muy graves que encresparon a todo el mundo. "Su postura ante la Ley Bosman [se negó a aplicarla en el balonmano hasta que un juzgado decretara su validez] fue incomprensible e hizo inviable el apoyo de lo- s clubes a su candidatura. Lo que yo no entendí fue por qué los jugadores le abandonaron: Bárcenas les había defendido siempre".

Por una u otra razón, la carroza en que viajaban los jugadores internacionales y el mismo seleccionador, Juan de Dios Román, se fue alejando del hombre que la había dirigido. Sus 50 años de historia en el balonmano no le sirvieron, de nada a Bárcenas en su último intento de reelección presidencial. "Al final, los éxitos son siempre de los jugadores y los entrenadores, dice López Ricondo. "Para mí, las medallas no son una consecuencia del buen o mal funcionamiento de la federación. Todo el mundo sabía que el equipo español necesitaba un director y llegó Talant Duisheváev. En cambio, la gente se dio cuenta de que la federación de Bárcenas no tomaba decisiones y de que se equivocaron con la Ley Bosman".

En Atlanta, Bárcenas recibió felicitaciones y algunas garantías de apoyos electorales. Después, puede que por intentar ser coherente con sus propias ideas, acabó perdiéndolos. "No soy rencoroso", asegura Bárcenas, que ingresará en la Real Orden del Mérito Deportivo en su categoría de oro. "No perdí por mi gestión deportiva y económica. Todo eso no contó para nada. Tengo 70, años y puedo hablar claro: estoy preocupado por el futuro de este deporte".