Ciclismo sin Induráin, año I

, > Los vicios que no se han ido. Claudio Chiappucci estaba en el vestíbulo del hotel y era como el abuelo de todos. Rodeado de chavalillos, sus compañeros en el ASICS (Anima sana in corpore sano), el nuevo nombre del Carrera. "Si no hay un dios, ya no tiene sentido ser diablo". Inconsolable, contaba anécdotas de abuelete. Echaba de menos a Miguel Induráin, con quien siempre se encontraba en febrero en el mismo hotel de Mallorca. "Pero hay que seguir adelante", decía su director, Sandro Quintarelli. "Tenemos a Zaina para heredar de Chiappucci, mientras éste se despide del ciclismo". De la generación de Induráin, de los hombres que se han hecho importantes por ser los rivales del navarro, también siguen bregando, apurando su carrera, el suizo Tony Rominger, en un equipo francés, el Cofidis, que le ha pagado sus puntos a precio de oro, y el italiano Gianni Bugno, que ha acabado recalando en el Mapei abandonado por el suizo.> Otros que han dicho adiós. A los nacidos a mediados de los 60 les ha llegado el hacha. Cubino y Montoya ya no han podido exprimirse más; tampoco el francés Thierry Marie, el alemán Olaf Ludwig, los belgas Van Hooydonck y Vanderaerden, el holandés Jelle Nijdam. No se va a notar mucho su ausencia. Tras sus tiempos de esplendor, llevaban algún año sin dejarse ver apenas entre los primeros puestos de las carreras.

> Un viejo en el trono. Aunque le salve el hecho de ser de maduración tardía, Bjaene Riis también tiene más de 30 años y, a pesar de ello, oficialmente, como ganador del último Tour, es el punto de referencia del ciclismo actual. Aunque estaba anunciado, no corre la Vuelta a Mallorca. ha preferido irse unos días a Tenerife, donde se entrena mientras promociona una urbanización. No necesita competir para perder kilos y ponerse en forma para su segundo Tour. El entrenamiento lo hace todo, y con menos presión y más tranquilidad. Ya le salió bien la jugada el año pasado. Su primera carrera será la Vuelta a Valencia, del 25 de febrero al 1 de marzo.

> La ONCE. Nada cambia, pero sí un poco. Jalabert (número uno del mundo, según el ránking de la UCI) y Zülle (número dos) son los líderes comanditarios, aunque, dicen en el segundo equipo del mundo, Zülle tiene más posibilidades físicas y Jalabert, tácticas. "Hemos demostrado que es muy fácil hacer convivir a dos líderes". Manolo Sáiz, su director, no cree que sin Induráin cambie la cosa. "El ciclismo ya estaba abierto cuando no ganó el sexto Tour, o sea que Induráin no fue una barrera para nosotros el año pasado", dice. Recuerda Sáiz que la ONCE siempre ha progresado de año en año, pero ello no implica que esa progresión les obligue a ganar el Tour éste. "Es la mejor carrera, pero no deja de ser una más. El ciclismo no es sólo julio. Todo el año hay que estar ahí". O sea, que a intentar ganar desde el principio, incluso con exhibiciones. Tampoco este año participarán en el Giro -"No podemos dejar de lado la Vuelta. Tenemos que ir con nuestros líderes"-, pero cambiarán su calendario. El año pasado, Jalabert se desgastó antes del Tour peleándose con Induráin en la Dauphiné. Así, que en 1997, nada de presión añadida corriendo esa carrera francesa de una semana. Se irán a Luxemburgo y quizás a Suiza. "Queremos menos presión". También Riis se anuncia en la Vuelta a Luxemburgo, que es el país de residencia del corredor danés.

> Ullrich. Entre el montón de bicicletas apiladas en la puerta del hotel del Telekom destaca la de Jan Ullrich, el prodigio alemán de 22 años que quedó segundo en el último Tour. Es la más sucia y lleva un plato especial, un SRM que puso de moda Greg LeMond y también utilizó Della Santa. Gracias a ese artilugio y a un miniordenador colocado en el manillar, el alemán sabe qué cantidad de vatios despliega en cada pedalada mientras se entrena, a la vez que la frecuencia cardiaca, velocidad y demás. Al lado de la bicicleta está Peter Becker, su entrenador privado, a sueldo del ciclista y no de su equipo el Telekom. Le acompaña a todas partes. Dicen los observadores, aunque Becker, que lleva 10 años con él, lo desmiente -"Es un ciclista muy inteligente"- que a UlIrich le cuesta mucho salir a entrenarse solo y que tiene que tener siempre a alguien detrás de él, que le acompañe con el coche y le vigile. "Yo soy su entrenador privado", dice Becker. "Pero el programa lo marca el Telekom. Yo digo cuántos días de competición tiene que hacer antes del Tour, y el equipo decide en qué carreras los hace". Becker, quizás escondiendo sus verdaderos pensamientos, dice que Ullrich no puede ganar el Tour del 97, que antes están Riis, Tonkov o Pantani. Pero otro miembro del equipo asegura: "Que se dé prisa Abraham Olano si quiere ganar un Tour, porque si lo gana Ullrich, comenzará a encadenarlos como Miguel Induráin. Y eso que pensábamos que después del navarro sería imposible que saliera otro tan fuerte. Cuidado con UlIrich". Dentro de poco será fundamental saber alemán para hablar de ciclismo

> Los otros jóvenes. Ambiciosos e inquietos, todos han cambiado de equipo este año. El ruso Tonkov, ganador del último Giro, ha ocupado el hueco dejado por Olano en el Mapei, y ha empezado el año con una caída en un entrenamiento que le ha producido una rotura de muñeca; el austriaco Luttenberger se ha ido al Rabobank para rentabilizar económicante su gran Tour del 96; Pantani se ha peleado con Chiappucci -dicen que de forma artificial para buscar publicidad- y se ha ido a un equipo nuevo, el Mercatone Uno, un patrocinador que vuelve al pelotón, donde desvelará el enigma: ¿Un año de paro le ha dejado fuera de la competencia o ha sido beneficioso, si se entiende que ha dejado descansar un cuerpo bastante machacado?

> Los españoles. Quitando a Abraham Olano, en España los mejores son no ganadores. Escartín vende sus puestos cerca del podio en todas las carreras; Serrano, que aguanta en la montaña; Jiménez, su fama de escalador. Los buenos del equipo ONCE -Mauri, el último español en ganar la Vuelta-, Cuesta, Garmendia, Zarrabeitia- están tapados por los líderes. Los otros prometedores -Blanco, Etxebarria, Morrás, Marcelino García- son todavía muy jóvenes. Se le dice a Casero, ganador del Tour del Porvenir del 94: "Como este año no ganes algo, será para cortarte las narices". Y él responde: "Como no funcione yo seré el primero en abrirme las venas".

> El dopaje. Manolo Sáiz: "La ONCE será el gran beneficiario de los análisis de sangre para cortar la EPO. Nosotros e Induráin hemos sido los únicos en estar años seguidos al máximo nivel. Así se acabarán las estrellas fugaces".