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El Deportivo recurre a la mano dura para frenar la insubordinación de sus estrellas

Xosé Hermida

Agusto César Lendoiro se ha aferrado a la mano dura, aunque con discreción, para tratar de remediar la caótica situación interna de la plantilla del Deportivo. El brasileño Flavio Conceiçáo ya fue llamado al orden a última hora del pasado jueves, y aunque no se ha dado a conocer públicamente, la directiva también adoptará medidas contra Rivaldo y Naybet, el primero por un acto de insubordinación y el segundo por menospreciar al público. A pesar de las amonestaciones de Lendoiro, Coinceiçáo se mantuvo ayer firme e insinuó que pedirá la baja si no es titular.

, Disponer de una docena de grandes futbolistas procedentes de todas las partes del orbe y acostumbrados al estrellato en sus países de origen puede ser tanto un sueño como una pesadilla. Para Lendoiro se ha convertido más bien en lo segundo. En el Deportivo, todos quieren ser titulares, incluidos jugadores como Conceiçáo y Nuno, que sólo llevan un mes en el equipo.Conceiçáo rompió ayer su silencio que mantenía desde el pasado martes, cuando abandonó sin permiso el hotel de concentración del equipo después de que el entrenador, John Toshack, le comunicase que no sería titular en el partido de Copa frente al Espanyol. El brasileño había acudido a última hora del jueves a la sede del club, donde fue reconvenido por su actitud. Ayer por la mañana, durante la sesión de entrenamiento, conversó un largo rato con Toshack a la vista de todo el mundo. "Hay un buen diálogo y no ha pasado nada", explicó el jugador en un aparente intento de zanjar el' asunto.

Sólo aparente, la verdad, y a que Conceiçáo puso a continuación todas sus cartas s obre la mesa con una clara advertencia: "Yo no he venido aquí a pasear". El centrocampista brasileño exige la titularidad, y si no pueden garantizársela, estaría dispuesto a abandonar el club que hace sólo seis meses pagó por él 850 millones de pesetas. Conceiçáo lo dijo muy claro, aunque adornado con un discurso muy familiar para la afición coruñesa, el mismo que empleaba Bebeto cada vez que le asaltaba un rapto de morriña. "Mi familia y yo estamos muy bien aquí", declaró Conceiçáo, "nos gusta mucho la ciudad y la gente es cariñosa. Pero si sigo en el banquillo y sólo puedo jugar en los entrenamientos, llamaré a mi representante para que hable con la directiva".

El futbolista relató con aire de inocencia el incidente del martes en el hotel, como si se tratase de un suceso habitual en el fútbol: "le dije al entrenador que no quería estar en el banquillo y que prefería marcharme para casa. Y me fui. Pero no pasó nada".

De modo discreto, el club también pretende que no queden impunes los comportamientos de Rivaldo, quien durante el encuentro del pasado día 20 frente al Athletic de Bilbao se quitó la camiseta en el campo tras ser sustituido, y de Naybet, autor de un gesto grosero dirigido al público en el mismo partido. El club también tiene abierto un expediente a Toshack por sus insultos al público coruñes, pero de momento no se ha informado de las conclusiones de los miembros de la comisión instructora. Arde Riazor.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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