La Real aprovechó la irregularidad del Tenerife

El Tenerife volvió a demostrar que es un equipo irregular esta temporada y no pudo encadenar su cuarta victoria consecutiva en la Liga. A pesar de que el gol de la Real fue producto de la suerte, el conjunto donostiarra tuvo más oportunidades que su rival y sacó tajada en un campo que está acostumbrado a ver lo mejor y lo peor.El primer cuarto de hora, el Tenerife se vio sorprendido por una Real Sociedad que presionaba muy delante y con gran vocación ofensiva. La ausencia de Craioveanu del equipo titular no se notó demasiado porque la Real dispuso de ocasiones claras de gol. Una de ellas fue un remate de Kovacevic de cabeza desde el área chica que salió rozando el poste. También De Paula pudo marcar con un disparo cercano que detuvo Ojeda con apuros.

Por contra, el Tenerife no encontraba la fórmula para superar el esquema dispuesto por Javier Irureta, quien había manifestado su especial preocupación por las internadas y centros desde la derecha de Chano.

Tras las primeras oportunidades, la Real bajó un poco sus líneas y se dedicó a contener a su rival que seguía sin coordinar su juego, puesto que perdía muy rápido el balón en el centro del campo. Al borde del descanso, el guardameta argentino Ojeda, que, está a punto de nacionalizarse, volvió a demostrar su calidad en una parada plena de colocación y reflejos en un remate a bocajarro de Albístegui con la cabeza. A renglón seguido, Alberto se sumó a la fiesta y desvió a córner un lanzamiento de falta de Mata que se colaba por su lado izquierdo.

En el segundo tiempo, el Tenerife presionó desde el principio, aunque con más corazón que cabeza. Esa presión propició que la Real se afianzara atrás y montara contraataques. Sin embargo, fue en un error de la defensa tinerfeña cuando la Real aprovechó para adelantarse en el marcador a través de Mutiu.

A pesar del gol, Irureta sacó al campo a Craioveanu para intentar sorprender de nuevo a la defensa canaria. Por su parte Heynckes buscó la velocidad de Neuville para romper la férrea defensa donostiarra y a punto estuvo de conseguirlo en un disparo que desvió de forma espectacular a Alberto. El preparador alemán se la jugó minutos después al sacar al delantero Vidmar por el defensa Mata, aunque no tuvo el resultado apetecido.