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Apagón por "fuerza mayor"

Las eléctricas dicen que hicieron lo que pudieron para resolver los cortes de suministro por el temporal

El temporal de frío y nieve es para las compañías eléctricas "fuerza mayor". Para miles de usuarios ha sido una pesadilla que los ha dejado sin luz, sin calefacción y, en muchos casos, sin ingresos. En zonas de montaña de Aragón, Cataluña, Galicia y Castilla y León los postes eléctricos cayeron por el peso de la nieve y la fuerza del viento. Los cables reventaron por culpa del hielo. Las velas salieron de nuevo de los cajones y la carne y otros productos perecederos que los hosteleros acumulaban en los frigoríficos para el puente de los Reyes Magos terminaron en la basura.Ignacio Habas es el propietario del hotel Posada Real de Ainsa (Huesca) y pensaba facturar un millón de pesetas los días 4, 5 y 6 de enero. Las neveras estaban repletas el jueves día 3 y el temporal no le asustaba porque "siempre son así". A las diez de la mañana empezó el desastre, justo cuando se cortó la luz. "Sin calefacción y sin servicio de restaurante nuestros clientes no estaban dispuestos a venir", cuenta Ignacio al tiempo que relata sus más de cinco horas al teléfono tratando de hablar con el servicio de averías de Eléctricas Reunidas de Zaragoza (ERZ). En Galicia, Unión Fenosa tenía el detalle de poner un mensaje pregrabado: "Todos nuestros agentes permanecen ocupados en estos momentos".

El corte de luz duró unas 48 horas y obligó a deshacerse de todo lo perecedero. Ignacio Habas perdió en ese momento 400.000 pesetas. El problema fue generalizado y los hosteleros insisten en que las instalaciones de ERZ están "demasiado viejas" como para soportar un invierno duro. La compañía lo niega y sólo ofrece dos palabras: fuerza mayor. La patronal hostelera de Ainsa está estudiando los recursos legales que tiene a su alcance para lograr que las pérdidas sean compensadas.

El primer paso para lograr esas indemnizaciones ha sido poco afortunado. Los veterinarios del servicio autonómico de salud se desplazaron a Ainsa varios días después del corte de luz para comprobar cuantos alimentos se habían perdido. "Les dije que no podían comprobar nada porque yo no podía tener en el bar varios quilos de carne podrida durante seis días", dice otro hostelero de la comarca.

El dinero huye de la montaña

El noroeste de León, el sur de Galicia, Huesca y varias comarcas de Tarragona han sido las zonas más perjudicadas por el apagón invernal. Sólo Unión Fenosa reconoce que, además de por "fuerza mayor", el desastre se ha producido por la vejez de ciertas infraestructuras. Según esta compañía, la orografía montañosa ha disuadido a determinadas empresas y a las Administraciones autonómicas a la hora de mejorar las redes eléctricas. Esas inversiones son efectivas y Fenosa pone como ejemplo los 60.000 millones de pesetas invertidos en Galicia en los últimos cinco años.Pero Fenosa tampoco se libra de las críticas. Empresarios, comerciantes, la Federación Galega de Municipios de Provincias (Fegamp) y hasta los aficionados al fútbol -el miércoles se interrumpió durante 25 minutos un partido en el estadio de Balaídos, en Vigo, por un corte de luz- han protestado. "La ola de frío y nieve de las últimas semanas es la única culpable", aduce Guillermo Grobas, delegado de la empresa en Pontevedra, informa Primitivo Carbajo.

Con todo, la Fegamp estudiará el lunes las posibles vías de actuación judicial contra la empresa. La Confederación de Empresarios de Pontevedra también ha expresado sus públicas protestas y antes lo hicieron los comerciantes. El grupo municipal socialista ha solicitado la comparecencia en el Parlamento autonómico del consejero de Industria para debatir la cuestión y la Consejería, por su parte, ha abierto un expediente informativo a la compañía. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, destacaba ayer que ha podido haber responsabilidad de Unión Fenosa en algunos casos, "pero también ha de tenerse en cuenta que algunas zonas han soportado la nevada del siglo".

En Fuerzas Eléctricas de Cataluña (FECSA) se piensa que el temporal no se puede calificar de normal. Por eso, según la empresa, 20 pueblos de las comarcas de Priorato y de Tierra Alta estuvieron sin energía durante más de 60 horas entre los días 6 y 8 de enero. Una vecina del municipio tarraconense de Margalef explicaba cómo se defendió del frío: "Las dos estufas de gas que tenía las puse en la habitación de mi hija de 10 meses y el resto aguantamos como pudimos a base de mantas". No se queja del servicio de atención al cliente de FECSA, que le informó de las dificultades de las brigadas de técnicos para llevar grupos electrógenos hasta el pueblo.

FECSA deja claro que en zonas de alta montaña sí se toman medidas especiales para proteger los cables y las torretas de alta tensión son especiales. "Aun así, hay ocasiones en las que no aguantan las capas de hielo", explica Marta Puértolas, portavoz de la empresa.Las asociaciones de consumidores hacen la vista gorda con las empresas por esta vez. "Es cierto que han hecho lo que han podido y que en la mayoría de los casos el único culpable es el temporal", dice Juan del Real desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Pero sí denuncian que, aunque las averías sean imputables a las compañías, éstas se escudan en las razones de 'Tuerza mayor" para no pagar indemnizaciones. "Incluso cuando las empresas reconocen que un corte es culpa suya, la ley dice que es el usuario el que debe demostrar el error y nadie se mete en un juicio porque se le haya podrido un pollo porque el congelador no tenía corriente".

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