Gracias, Miguel

En el día en que Miguel ha comunicado su gran decisión me invitan a reflejar mis sensaciones. Todos esperábamos el momento, lo ansiábamos, lo podíamos temer, lo podíamos intuir... En cualquier caso, lo teníamos que respetar.Ha hecho público su escueto comunicado, que por deferencia suya yo conocía con pocas horas de antelación. Las suficientes, en todo caso, para pasar la noche repasando y reflexionando sobre lo que este HOMBRE ha podido suponer para todo un país, para todo un deporte y, sobre todo, lo que ha supuesto para nuestro equipo, al que tengo el honor de conducir. ¿Mis conclusiones? Creo que es temprano para valorarlo en su justa medida. Son sensaciones contrapuestas, de la tristeza como aficionado al deseo de que sea la decisión más inteligente que podía tomar.

La historia es de AMOR y RESPETO por una profesión que ha conseguido mejorar en sus muchas victorias y ensalzar en sus pocas derrotas.

Ojalá pudiera yo como él hablar con el silencio, que es lo que me apetece, y que se interprete como signo de respeto y admiración por el último de los grandes campeones ciclistas de esta década. Me gustaría decirle GRACIAS MIGUEL; me gustaría excusarme por lo que no haya podido saber interpretarle, y me gustaría felicitarle por la elección de su nuevo equipo, el MEJOR que hoy podía ficharle y en el que mejor le van a acoger, su familia. La gestas y gestos, escritos están, y me enorgullece haberlos compartido. Larga vida.