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Madrid copó el segundo y otros cuatro premios principales. La suerte no llegó al oeste peninsular

El gordo regresó a Valencia 11 años después. Y con el mismo traje que entonces. Ayer, como en 1985, la fortuna acabó en 69. El número más erótico de los que habitan el bombo espolvoreó 36.000 millones por los escenarios de cada Navidad: hubo un mercado -el Central en este caso-, una fábrica con apuros -los astilleros de Manises, amenazados por la reconversión-, un pequeño pueblecito -en El Genovés, donde viven 2.300 personas, cayeron 3.000 millones- y un local de jubilados. Valencia -con el gordo- y Madrid -con el segundo, parte del tercero y trozos de un cuarto y de tres quintoss e quedaron con casi 86 pesetas de cada 100 que repartían los nueve premios principales. El segundo llegó casi íntegro a Fuenlabrada, una ciudad que, con 161.000 habitantes, presume de ser la de mayor crecimiento demográfico de Europa. El tercer premio se sirvió en las barras de sendos, bares: en el Asador de Ávila del polígono industrial de Valdemoro, otro municipio del sur de Madrid, y en la cafetería del hospital de San Telmo de Palencia. La fortuna se olvidó de la mitad occidental de España.