GENTE
NIÑO ERÓTICO
Ana María Martínez, madre soltera que vive en el modesto barrio de La Dorada en la ciudad colombiana de Cal, se ha visto obligada a poner su casa en venta para pagar la cuenta telefónica que ha originado en un mes su hijo llamando a las líneas eróticas internacionales. Según la madre, su hijo Juan Carlos llamó a las líneas del sexo en Israel, Líbano y España, durante unos 30 minutos cada vez, después de haber visto los anuncios en revistas pornográficas. "No sé qué voy a hacer. Voy a vender nuestra casa, pero con eso no llega para pagar los 12 millones de pesos (millón y medio de pesetas) de la cuenta", declaró desconsolada Ana María.-
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