Kamski se retira "harto del boicoteo"

Gata Kamski ha decidido terminar su brillante carrera a los 22 años. Como de costumbre, la joven estrella del ajedrez no habla; lo hace su ínclito padre, Rustam, para afirmar que ambos están "hartos del boicoteo constante" de los dos campeones del mundo -Gari Kaspárov, de la Asociación Profesional (PCA), y Anatoli Kárpov, de la Federación Internacional (FIDE)- y del presidente de la FIDE, Kirsán Iliumyínov, así como de su antecesor, el filipino Florencio Campomanes.
Kamski, subcampeón del mundo de la FIDE, ha empezado la carrera de Medicina en EE UU, donde logró asilo político con su padre en 1989 gracias a la gestión del español José Cuchí. Rustam, ex boxeador en Siberia, ya acusaba entonces a Kaspárov de torpedear la carrera de su hijo, que también destacó precozmente como pianista. El dramaturgo Fernando Arrabal le consiguió más tarde un patrocinador francés. A pesar de que padre e hijo se han mostrado siempre muy unidos, su imagen pública es contrapuesta. Gata impresionó por su profunda concepción de la estrategia, su frialdad extrema, su estajanovismo -comenzaba a entrenar a las 5.00 horas- y su conducta impecable. Rustam amenazó de muerte en Linares, donde también exigió retretes separados, al británico Short por molestar a su hijo durante una partida; acusó a Kaspárov de cobrar comisiones sobre el contrato de la PCA con la multinacional Intel; pegó al entrenador Shabálov en Sanghi Nagar (India) porque era muy vago"...Pero no todas las pataletas del irrascible Rustam eran fruto de su complejo de persecución. Por ejemplo, la PCA engañó a Kamski en Las Palmas en 1995 al anunciar en un fax que ya había transferido el premio a su cuenta bancaria. Rustam resume así el sentimiento de ambos: "Estamos agotados tras luchar durante años contra la mafia del ajedrez. Gata es capaz de lograr el título mundial con juego limpio, sin engaños. Pero le gusta mucho la Medicina; dejémosle que triunfe en su nueva carrera".
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