Los últimos del banquillo

Las opiniones están divididas. Hay quienes sostienen que Lorenzo y Fernando Sanz tienen un hueco en los equipos de baloncesto y fútbol del Madrid porque son los hijos del presidente. Es decir, son unos en chufados. Otros, por el contrario, mantienen que su situación familiar les perjudica, que se les mira de otra manera. Lo estadísticamente cierto es que tanto Lorenzo, 24 años, como Fernando, 22, son los últimos de la fila en sus respectivos equipos. Vamos, los que menos juegan. El mayor ha actuado un total de diez minutos en 12 jornadas a las órdenes de Obradovic y el pequeño debutó el domingo en la Liga ante el Compostela tras sustituir a Mijatovic en el minuto 81; total nueve minutos. Así que quienes están bien vistos son los dos técnicos. Tanto Obradovic como Capello no se han cortado un pelo a la hora de sentarlos en el banquillo. Si ha existido enchufe, desde luego no ha funcionado."Ser hijo del presidente me perjudica y me marca. La influencia es negativa. Lo peor que puede hacer un hijo de Lorenzo Sanz es jugar en el Madrid". Así de claro lo ve Lorenzo, el mayor, miembro de la plantilla de baloncesto. "De todo lo que me han dicho lo que más me ha dolido es que digan que soy un enchufado. Ahora ya me he habituado a escuchar la palabra enchufe y ya no me molesto. La gente me ve como un enchufado, pero no tengo ningún problema".

Fernando, formado en las categorías inferiores del club blanco y ahora en el primer equipo de fútbol, no quiere, ni pensar en ello. "Espero que no tengan en cuenta que el presidente es mi padre. No creo que Capello y mis compañeros piensen en ello".El pequeño de los Sanz recibió una oferta del Sevilla pero Capello fue rotundo y le puso el cartel de intransferible. Esa decisión fue también interpretada como un acto de cortesía hacia el hijo del presidente. "He oído que la Roma y el Lazio se han interesado por mí, pero de momento el míster no quiere que deje la plantilla", explica Fernando.

Pero la negativa de Capello a dar vía libre no se corresponde con los hechos. Porque el chico no juega: Fernando Sanz tuvo que esperar a este domingo, ante el Compostela, para debutar. El técnico le tuvo calentando desde el comienzo de la segunda parte hasta el minuto 81, cuando salió al campo para sustituir a Mijatovic. La lesión de Hierro le hizo concebir esperanzas a lo largo de la semana, pero el técnico escogió a García Calvo. Ser hijo del jefe no le sirvió de nada: de los jóvenes es el que menos minutos ha jugado.

Fernando renovó su contrato con el Madrid el año pasado. La negociación fue, como era de esperar, rápida. El presidente le ofreció el mismo contrato que a los jugadores que subían de Segunda: cinco años de contrato y 25 millones anuales. A Lorenzo tampoco le acompañan las estadísticas: en 12 partidos ha jugado tres con un total de 10 minutos en juego y una sola canasta en su haber.