"Si Ciudad Lineal estuvíera en otra urbe sería universal

Enamorada de la Ciudad Lineal que la vio nacer, Marisa Navarro ha dedicado el último de sus 34 anos a seguir la pista de Arturo Soria, "un hombre", dice, "del que se ha escrito muy poco, y casi todo mal". Su labor historiográfica le está reportando numerosas y monumentales sorpresas. Verbigracia: Soria jamás cursó estudios de arquitectura, ni siquiera de ingeniería. "Era, un autodidacto de inteligencia asombrosa", relata Navarro y añade: "En realidad, sólo se licenció en Topografía. Incluso inventó un aparatejo para tomar medidas, el Teodolito impresor automático, sobre el que editó un folleto en La Coruña que ahora hemos encontrado". El traba . o verá la luz en los próximos meses junto a un CD-Rom con abundante material gráfico que Marisa última con ayuda de su hermano Carlos, de 30 años.Pregunta. Su investigación, entonces, ¿es un acto de justicia hacia Arturo Soria?

Respuesta. La justicia vendrá luego, porque, por ahora, casi nadie sabe quién era este personaje. Se desconocen su republicanismo, sus relaciones con el Partido Demócrata -creemos que con Manuel Becerra y Cristino Martos, sobre todo- o su decidida lucha por la abolición de la esclavitud cuando fue secretario del Gobierno Civil en Puerto Rico. Su figura supone un patrimonio para la ciudadcompletamente desaprovechado; ni tan siquiera tiene un museo.

P. ¿Qué aspecto tenía la Ciudad Lineal en sus orígenes?

R. Eran parcelas de un mínimo de 400 metros cuadrados, edificables sólo en un 20%, en las que se dieron las mejores muestras de arquitectura modernista de todo Madrid. Cada propietario levantaba la casa a su gusto; muchos incluían rasgos de su tierra, de manera que se apreciaba el estilo andaluz, el cántabro, el vasco... El tranvía enlazaba Ventas con la Cruz de los Caídos, y desde ahí Con lo que hoy es el Pinar de Chamartín. Donde, por cierto, ya no queda un solo pino, por esas cositas que pasan.

P. Pero Soria hablaba de la armonía entre las clases sociales, y ahora éste es un barrio eminentemente elitista. ¿La suya es la historia de un fracaso?

R. No lo creo, aunque es cierto que la Ciudad Lineal tuvo menos éxito que otros conceptos posteriores, como el de Ciudad Jardín. A Soria le sucedió que sus ideas eran demasiado avanzadas para su época.

P. Los madrileños, ¿se preocupan por su historia?

R. Poco, y sólo muy recientemente. Los madrile¡íos ni siquiera nos hemos interesado por el Madrid de los Austrias, así que menos en el caso de la periferia. Desde luego, si la Ciu4ad Lineal estuviera en cualquier otra urbe la habrían sabido vender y sería universalmente famosa.