Un eslovaco en la corte checa

El renacimiento del fútbol checo está lleno de contradicciones: su explosión ha coincidido con su ruptura con Eslovaquia y, por tanto, con un mercado de futbolistas más reducido, pese a lo cual jamás ha perdido en Praga desde que juega como República Checa y no como Checoslovaquia. Además, su artífice, el seleccionador, Dusan Uhrin, no sólo tiene un modestísimo currículo, sino que precisamente es eslovaco, ejerce de eslovaco y es amigo personal desde sus tiempos colegiales del primer ministro eslovaco, VIadimir Meciar. Por si fuera poco, Uhrin se medirá a sus paisanos en la- fase de clasificación para el Mundial de Francia. De la mano de este eslovaco de 53 años, de morro torcido y un tanto arisco, la República Checa ha tejido una extraordinaria generación de jugadores, que asomaron la cabeza durante la clasificación para la Eurocopa de Inglaterra, cuando superaron a Holanda y Noruega. En suelo inglés se exhibieron en la pasarela internacional y muchos de ellos ya tienen un hueco en las grandes ligas europeas. Es el caso de Kouba (Deportivo), Bejbl (Atlético), Poborsky (Manchester United), Berger (Liverpool) y Nedved (Lazio). A excepción de Berger -que militaba en el Borussia, Dortmund-, ninguna de las actuales estrellas checas figuraba en la nómina de los más reputados intermediarios europeos hace sólo unos meses.Uhrin ha tenido mucho que ver con la explosión del fútbol checo. Su equipo llegó a Inglaterra de puntillas y en su debú fue superado sin grandes dificultades por Alemania. Parecía un equipo de corte germánico, tosco y animoso. Pero unos días después torturaron a la Italia de Arrigo Sacchi y un rápido extremo de cabellera india (Poborsky) puso en evidencia al mismísimo Paolo Maldini. A partir de ese partido, poco a poco, la.República Checa fue esculpiendo sus armas: un equipo fortachón en defensa -dos centrales y un libre-, dos laterales ofensivos, mucho acero en el medio campo y un sólo punta. Un dibujo extremadamente simple, pero perfectamente ejecutado. Una vez rescatado el balón, tarea encomendada a Bejbl y Nedved, el ataque tiene tres variantes: la extraordinaria capacidad de Kuka para esconder la pelota, la velocidad de Poborsky o la habilidad de Berger.

Por todo ello se ha convertido en una selección respetada y temida. Atrapados por el éxito todos, jugadores y técnicos, han sabido sacar provecho. Y no sólo por los contratos milloñarios firmados: Uhrin acaba de publicar un libro titulado "El camino hacia la plata", con una tirada inicial de 20.000 ejemplares. El éxito ha sido fulminante, pero Ulirin podría haber multiplicado las ventas de haber contado lo que sucede en las bambalinas del fútbol checo. "No he querido contar el trasfondo de ciertas cosas para poder seguir siendo seleccionador", declaró.