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Arnau levanta a España

La selección inicia la Eurocopa sub 21 con un triunfo ante la República Checa en Praga

José Sámano

Una selección española capitaneada por el jugador del Albacete Josico, con el azulgrana De la Peña ninguneado por sus entrenadores y sólo dos titulares habituales en Primera División (Marcos Vales y César), jugó sin criterio alguno anoche en Praga. Atacó mal y defendió peor, aunque sacó un resultado positivo.Quizá temblorosa por el debú en la categoría de la mayoría de sus jugadores (del equipo olímpico sólo repiten De la Peña y Morientes), la selección dio muestras de fragilidad. Jugó sin orden ni talento, y vivió toda la noche angustiada por la presión de los jugadores checos, un equipo clónico de sus mayores, con las señas inequívocas que han resucitado su fútbol: una defensa vigorosa y un ataque eléctrico. Sólo la feliz noche de Arnau, el portero del equipo filial del Barcelona de la Segunda, evitó la masacre

Las horas previas al duelo dejaron detalles inquietantes. El selecionador español Javier Clemente había confirmado por la mañana que De la Peña iba a ser reserva. Un azote demasiado duro para el jugador cántabro, que ni siquiera parece tener una rendija en el equipo Sub-21. Sólo una lesión de Toni Velamazán a última hora le procuró un hueco en el equipo titular.

A la declaración de intenciones del técnico español replicó Iván enfundándose el cinco a la espalda, un número que simboliza el bastón de mando. Toda una liturgia, que en realidad sólo fue un gesto irrelevante: Clemente proyectó el equipo sobre Josico, un jugador que coincidió con Saez, coordinador de la selección Sub-21 en, las tenebrosas tardes de la temporada pasada en Albacete, equipo que no pudo evitar el descenso a Segunda. Así, con los papeles trocados, con Iván de raso y Josico de general, como delataba su brazalete de capitán, España tejió un partido muy bacheado.

Todos sus males empezaron en defensa. Cuartero y César, los dos centrales siempre estuvieron descolocados, anudados por la movilidad de los dos puntas del equipo de la República Checa. Derretida la defensa, el medio campo quedó resquebrajado. Sólo los circuitos improvisados por Iván, Marcos Vales y Morientes encogieron esporádicamente al animoso público local.

La flojísima aportación de Cordón (Atlético B) en la banda izquierda fue advertida por los checos, que se ensañaron con el rojiblanco una y otra vez. Fue por ese lado por donde llegó el gol checo. Todo un premio al mejor juego local.

España asaltó el segundo tiempo aún más arrinconada. Recibió un castigo espeluznante. Arnau fue fustigado desde todos los rincones. Pero era su noche y demostró que su repertorio de buen guardameta es prolijo: excelente en el mano a mano, sobrado de reflejos y Poderoso en el juego techado.

Enganchada a la insuperable noche del meta azulgrana, España, sorprendentemente, empinó el partido con un gol de Celades en una opción aislada que descorazonó a los checos.

Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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