Seis preguntas para un título
Hill y Villeneuve se juegan la corona a una carta en Suzuka
Damon Hill parece destinado a consagrarse campeón del mundo de fórmula 1 a las ocho de la mañana, hora española, del próximo 13 de octubre en el circuito de Suzuka (Japón), donde a esa hora está previsto que concluya la última prueba de la temporada. Le basta un sexto puesto para sumar un punto y conseguir su primer título a sus 34 años. A Jacques Villeneuve, 10 años más joven que Hill, sólo le sirve la victoria, siempre y cuando su rival no concluya entre los seis primeros. Los dos únicos aspirantes a la corona conviven en la escudería Williams, pero ya por pocos días. Hill, tras ser despedido, anunció el viernes su pase a Footwork Arrows.¿El futuro condiciona a Hill?
Hill vivía hasta hace poco una situación anímica que no le favorecía. Fue despedido de Williams, equipo en el que comenzó como piloto de pruebas. Hill se ha inclinado por el equipo Arrows, una formación que no ha obtenido ninguna victoria en 19 años de participaciones en grandes premios, que este año sólo ha sumado un punto y cuyos bólidos no han conseguido cruzar la meta más que 10 veces en 30 participaciones. Las promesas y los casi 2.000 millones que va a cobrar le han llevado a elegir este equipo. Saber que tiene su futuro asegurado puede darle al británico la confianza que necesita para estar entre los seis primeros en Japón.
¿Habrá igualdad de condiciones?
La rivalidad entre Hill y Villeneu alcanza a sus equipos de mecánicos. El británico ha pasado toda su carrera en el equipo Williams, mientras que Villeneuve ha debutado en esta formación este año. El británico tiene a su favor las amistades que se ha granjeado en sus cuatro años en Williams. Frank Williams, el patrón de la escudería, se ha caracterizado por tratar a sus pilotos como mercenarios, sabedor de que sus coches son los mejores. El año pasado los Williams ganaban con Coulthard y Hill, y este año lo siguen haciendo con Hill y Villeneuve. En 1987 Frank Williams y su equipo supieron dotar a Nigel Mansell y Nelson Piquet de las mismas armas para que ambos lucharan por el título, que precisamente se decidió en el Gran Premio de Japón en favor del brasileño. Mansell sufrió un grave accidente en los entrenamientos y no pudo participar en la carrera pero Piquet tuvo que fichar por Lotus de la misma manera que Mansell fue despedido de Williams después de ganar el título en 1992 y que Prost no pudiera defender su corona al ser sustituido por Senna. Esta tradición y su experiencia con el equipo permiten a Hill estar tranquilo desde el punto de vista técnico.
¿Podrá Hill soportar la presión?
Este año Hill se había mentalizado para poder soportar la presión a la que previsiblemente le iba a someter Michael Schumacher a lo largo de la temporada. Sin embargo, el británico ha tenido que enfrentarse desde la primera carrera a su compañero Villeneuve. Damon Hill no estaba preparado para soportar la presión ambiental en el seno de su propio equipo, lo que se ha traducido en carreras magistrales frente a fracasos rotundos. En las últimas carreras de la temporada, Hill podía haber decidido el título a su favor, pero no ha sabido estar a la altura de las circunstancias. Villeneuve ha logrado recuperar 16 puntos en los últimos grandes premios. Hill pudo soportar la presión psicológica en la recta final de los campeonatos de 1994 y 1995, y perdió el título en dos ocasiones seguidas a manos de Schumacher. Este año podría ocurrirle lo mismo, aunque sus amargas experiencias han de servirle de algo.
¿Es Villeneuve un fenómeno?
Villeneuve, que sería el primer piloto en los 47 años de fórmula 1 capaz de ser campeón en su primera temporada, ha sorprendido por su facilidad de adaptación, aunque el canadiense lo tuvo todo a su favor. Gracias a Frank Williams, pudo recorrer más de 10.000 kilómetros al volante de un Williams antes de comenzar la temporada, por lo que cuando comenzó no era un novato, sino que había recorrido más kilómetros que muchos pilotos que llevan más de una temporada a sus espaldas. Correr con un coche competitivo desde el principio le sirvió para demostrar rápidamente sus cualidades, pero lo que más ha sorprendido ha sido su capacidad para asumir los nuevos circuitos y aprovechar al máximo su monoplaza. En el único trazado en el que fracasó fue en Mónaco, donde no pudo asimilar la proximidad de los raíles de seguridad.
.¿A quién beneficia la lluvia?
El circuito de Suzuka está situado en una zona en la que las lluvias son muy frecuentes. Hill no es ningún prodigio bajo la lluvia y Villeneuve carece de la experiencia suficiente para ser un claro aspirante a la victoria. En caso de lluvia, Schumacher con su Ferrari y Alesi o Berger con sus Benetton podrían interponerse entre Villeneuve y el título, ya que cuantos más aspirantes al triunfo haya, más son las posibilidades de Hill. El británico tiene muchos aliados para ayudarle a conquistar el título. Schumacher, que le arrebató los dos últimos títulos, es la principal ayuda con que cuenta Hill. El alemán optará de nuevo a la victoria en un circuito que se presta a las características de su Ferrari.
¿Una colisión entre ambos?
No sería de extrañar que el título se decidiese en una colisión entre ambos pilotos, sobre todo si los dos arrancan en la primera línea de la parrilla de salida. Suzuka tiene una chicane que se toma a muy poca velocidad y en la que la colisión no entraña demasiados riesgos. En 1989 Senna y Prost, ambos en McLaren, se jugaban el título y en la chicane de Suzuka Senna intentó pasar por donde no había sitio. Los dos McLaren chocaron entre sí. El brasileño logró continuar y cruzar la meta, pero su alegría se desvaneció cuando fue descalificado por haber sido empujado para continuar en carrera. En 1990, con Prost ya en Ferrari, los mismos protagonistas luchaban también por el campeonato. Al final de recta del circuito de Suzuka, Senna se echó encima de Prost y el título fue a parar en esa ocasión al brasileño. Este año podría darse de nuevo una circunstancia similar.
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