La directiva del Zaragoza se fue del palco como señal de protesta
El recuerdo de una jugada presidió cualquier comentario posterior al partido. El penalti y la expulsión de Xavier Aguado martillearon cualquier exposición. La televisión aportó luz sobre un lance camuflado. Corría el minuto 28 del segundo tiempo del partido y, tras un saque de esquina, Juanmi había sacado de portería y el balón quedaba en manos de Sergi en un saque de banda. El juego quedó parado. Couto había caído en el suelo y el juez de línea Rafael Guerrero reclamaba la atención del árbitro. Manuel Mejuto González, un administrativo nacido hace 31 años en La Felguera (Asturias), un colegiado que saca una media de 4,7 tajetas por partido, intentaba hablar a solas con su auxiliar. No podía. Le seguían los azulgrana y los blanquillos. Había tal confusión que nadie sabía qué pitaría.El árbitro, que no había visto nada, le pidió una, dos y tres veces al juez de línea que le relatara la jugada: "¿Agresión? ¿Rafa de quién? ¡Eso es penalti y expulsión! ¿De quién?". Era cómo si quisiera advertirle de que la sanción que se desprendía de la acción, expuesta resultaría trascendental. Y, una vez ratificado por el auxiliar que el agresor era el 6, Mejuto González mostró la tarjeta roja a Aguado y sancionó su supuesta agresión a Couto con penalti. Las imágenes de Canal + mostraron, ciertamente, un empujón al zaguero portugués, pero su autor no fue Aguado, sino Solana.
Lamentaciones
"Yo no lo he tocado, no he hecho nada, no he dado una sola patada en todo el partido", se lamentaba Aguado a la salida del terreno de juego, mientras que algún aficionado intentaba acceder al césped, sobre el que caían múltiples objetos. "Se ha tirado quejándose como un animal. Fue una tontada, Una niñada, no sé cómo calificarlo. El árbitro ha sido un sinvergüenza". Solana corroboraba la versión de Aguado: "Ha habido un rifirrafe como los que suceden a menudo en un córner, Couto le ha puesto la zancadilla a Aguado y yo le he dado un empujón diciéndole: 'venga vámonos' y se ha caído".
La jugada tuvo gran repercusión también en el palco y en el vestuario. Alfonso Solans, presidente del Consejo de Administración del Zaragoza, abandonó el palco antes de acabarse el partido, y los directivos azulgrana se quedaron solos, aguantando los improperios de los aficionados. "Ha sido todo muy desagradable", afirmó Josep Mussons, vicepresidente ejecutivo y máximo representante del club en ausencia de Nicolau Casaus, que tuvo que guardar reposo en Barcelona, víctima de una caída.
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