_
_
_
_
Entrevista:

"Necesito estar motivado, no' cabreado"

La gente sigue sin salir de, su asombro. Y hurga en las hemerotecas a la caza de un tratado futbolístico que resuelva el misterio. Y consulta a, los viejos sabios de este deporte en busca de una respuesta.Y recurre a los videntes más afamados. Pero nada. Nadie acierta a explicar la resurrección de Juan Eduardo Esnáider, de 23 años, un jugador que ha pasado de la nada al todo en una semanas. La temporada pasada, en el Madrid, parecía perdido para el fútbol. En el comienzo de ésta, en el Atlético, ha resurgido con más fuerza que nunca.

P. ¿Y usted, encuentra una explicación?R. Todo se basa en la confianza. En la que te puede dar un grupo de gente y en la que puedes agarrar por los,, minutos que juegas.P. ¿No se imaginaría un vuelco tan inmediato?R. Nunca esperas que te salga todo de maravilla, pero cuando cambié de aires creí que era para mejor. Y estaba confiado en que me iba salir bien. Aunque no tanto.

P. ¿Qué pasó por su cabeza cuando volvió al Madrid tras su etapa en el Zaragoza y nada le salía bien?

R. Te sorprende un poco no tener la misma fortuna. Pero el jugador está expuesto a eso siempre, a que en dos meses te cambie la vida. Y a que de estar en el mejor momento de tu carrera, pases a no contar con un entrenador. Porque es un juego, porque hay muchos más jugadores que lo juegan y porque hay un señor que dice quién juega y quién no. En el Madrid tuve mis oportunidades y no las hice bien. Es duro, pero te acostumbras. No te queda otra que ser fuerte, aguantar y tirar para adelante. Y jamás tratar de encontrar una explicación.P. ¿Llegó a obsesionarse porque todo le salía mal?R. Me sentía mal. Y quería hacer en un minuto lo que era para una hora. Es inevitable. No perdí la ilusión, pero, sin querer, se me bajó la moral.P¿Le dolió que el Madrid perdiera la fe en usted tan pronto?R. No. Se trata de esto: si no va un jugador se busca otro y ya está.P. ¿Y ahora, con su resurrección fulgurante, qué pasa por su cabeza?R. Tampoco conviene ilusionarse demasiado. No hay que irse por las nubes. El fútbol es así. Hay que aceptarlo como tal y estar con los siempre.P. ¿Recuerda las primeras palabras que Antic le dirigió?

R. Recuerdo, la primera charla seria, un día en el vestuario. Me puso las cosas claras: dónde había llegado, qué clase de grupo me iba a encontra y lo que quería de mí y mi forma de jugar. Una de las primeras cosas que me dijo es que tengo que estar siempre atento, de la misma manera en el primer minuto que en el último, por si me cae algún balón o por si mis compañeros me necesitan.

P. Y le contaría su máxima: el portero y el delantero centro son intocables.R. Lo dice siempre. No dependemos de un fallo. Pero está siempre encima nuestro para que, aunque algo nos salga mal, sigamos intentándolo hasta el último minuto.P. ¿Sentirse titular desde el primer día beneficia? R. Seguro. Es una de las maneras de mostrate confianza. Y eso ha tenido mucho que ver en mi cambio.P. El técnico lanza un reproche sobre usted. Quiere que sea más egoísta cara al gol.R. Sí, lo que pasa es que me tengo que ir haciendo a esa forma de jugar. Porque nunca me consideré un goleador., No pienso demasiado en el gol. Ahora veo que estoy teniendo suerte y que por ahí tiene razón el míster. No me obsesiona, pero la verdad es que me está empezando a gustar. Y veo que en este equipo voy a tener muchas ocasiones.P. Al margen del gol y del juego, un aspecto sorprende sobremanera ahora en usted: ya no parece estar permanentemente al borde la tarjeta roja. ¿Le cuesta reprimirse?

R. Muchas veces es difícil aguantar, pero se trata de eso, de aguantarte. Ya venía intentándolo desde hace tiempo, pero no siempre se consigue. Influye que ahora las cosas me salen. Cuando no te salen te enfadas contigo mismo, te peleas con el árbitro, con el contrario... Ahora, como me están saliendo bien las cosas, no tengo motivo para discutir tanto.

P. Daba la sensación que usted necesitaba jugar cabreado para rendir.R. No tengo que estar cabreado, tengo que estar motivado, que no es lo mismo.P. Ahora que todo le va bien, ¿ha calculado su techo? R. No, porque, nunca me propuse llegar a un límite. No me voy a preocupar nunca si tengo un techo o no. Ni siquiera sé si puedo dar más de lo que doy ahora, pero siempre trataré de mejorar.P. Parece como si hubiera jugado toda la vida con Kiko.R. Lo que pasa es que con Kiko es muy fácil adaptarse. Entendiéndolo un poquito y mirándole es fácil.P. Él dice que usted tiene la mala leche dentro del área que a él le falta.R. Kiko peca demasiado en decir que no tiene mala leche, porque sería una virtud más que agregar a su forma de jugar. La verdad es que tiene todo buenísimo, pero a veces peca por no definir más rápido y querer hacerlo más bonito. Si él tuviera eso ya sería fantástico.

P. Se ha ganado el respeto del Calderón. ¿Temió, por su pasado madridista, que sería difícil?

R. No. Siempre creí que iba a entrar muy bien con esta gente. No sé por qué. Será porque somos muy parecidos, o porque mi forma de jugar va bien con esta gente.,

P. ¿Siente que el Atlético está hecho a su medida?

R. Estamos todos hechos a la medida del equipo. Estamos teniendo muy buena relación futbolística y nos estamos encontrando bien, pero siempre todos para el equipo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_