A Induráin se lo cruzan los astros
El navarro pincha en el momento clave de una etapa reina ganada por Rominger
A Tony Romínger, de 35 años, le gusta hablar de la generación de los viejos para referirse a la pareja que ha dominado el ciclismo los últimos años. También al suizo le encanta hablar de que su fin -el de los viejos- está próximo y de los innumerables achaques de salud y demás caídas que le han impedido brillar este año. Miguel Induráin, de 32 años, no habla. tanto, tampoco se queja mucho. Ayer, la dura subida a las Lagunas de Neila -etapa reina de la Vuelta a Burgos-, fue como un homenaje a los dos viejos. El puerto les cedió el protagonismo, pero a cada uno le reservó un papel. El veterano suizo ganó su primera carrera del año; el veterano español se vio otra vez traicionado por los astros. Forzados por las circunstancias, cada uno hizo su propia cronoescalada. Uno, el suizo, por delante, adelantando a los buenos; otro, el español, por detrás, remontando coches y ciclistas más débiles.Salvo por el corte provocado por unos 1.000 vecinos de Palacios de la Sierra, quienes protestando contra la construcción de la presa Castrovido III obligaron al pelotón a dar media vuelta y a tomar una ruta alternativa, la carrera transcurría de acorde a lo previsto. Una escapada condenada -la del Euskadi Alvaro González de Galdeano- y un ritmo infernal de un Festina dispuesto a montar el número en la ascensión dejaron al pelotón agrupado al pie del puerto. Todo preparado para la exhibición de Virenque y Dufaux. Claro que no es lo mismo montar un espectáculo anárquico de ataques y demarrajes en cualquier momento cuando uno está en plena forma, que hacerlo un poco bajo. Ni Virenque ni Dufaux pudieron ser los protagonistas. Otros estaban llamados a serlo.
Induráin se incorporó ligeramente y, en el gesto universalmente conocido y temido, empezó a acelerar. Bastaron 100 metros para que el grupo se rompiera. Y un solo segundo para que Induráin se bajara de la bici: había pinchado la rueda trasera. El coche del Banesto estaba lejos y la carretera era estrecha, así que le cambió la rueda el coche neutro. Es decir, le costó más moverse que si fuera pinchado. Cuando su coche le hizo el segundo cambio, más de un minuto había pasado desde que siguieran su marcha los fuertes de la etapa. El navarro, a su ritmo, intentó recuperar lo perdido, mientras por delante se libraban las típicas escaramuzas de aceleraciones y parones hasta que a falta de tres kilómetros Jiménez -el escalador más en forma asumió la responsabilidad ante la ausencia de Induráin- creyó llegada su hora. A su rueda saltaron Jalabert, Dufaux y Rominger. Luego, contra de Jalabert -va recuperando la forma de cara a la Vuelta-, que sólo intentó aguantar Jiménez. Por detrás, Rominger, sabio y fuerte, decidió subir a su ritmo. Así que cuando Jalabert se clavó en el 14% de las últimas rampas, el impávido Rominger le sobrepasó con facilidad con a su rueda pegado Jiménez. Induráin llegó a 52 segundos: en su cronoescalada había tardado menos en subir el puerto que Rominger en la suya. Y mucho menos que Pantani, quien, en su primer asalto serio a la montaña en casi un año, terminó la etapa a 4m 13s de Rominger.Y muchísimo menos que Zülle, quien, enfermo, cedió más de 12 minutos.
Rominger alcanzó el liderato y parece dificil que lo pierda en las tres etapas que quedan de la ronda burgalesa. Aunque Indurain es el gran favorito para imponerse en la contrarreloj de 20 kilómetros de mañana en Melgar de Fernamental, parece difícil que el navarro pueda enjugar en el ejercicio en solitario los 52 segundos en que le aventaja el suizo.
Dudas sobre la Vuelta
Pese a su alarde en la Lagunas de Neila, Induráin no está aún convencido de poder correr la Vuelta con posibilidades de victoria. Y no le gustaría participar sólo para hacer número. Sin embargo, más que físico, el cansancio del navarro es de tipo psicológico, lo que se concoce como depresión postTour, que afecta a los corredores que, como Induráin, basan toda su temporada sobre el eje de la carrera francesa y necesitan de un objetivo importante y, al mismo tiempo, alcanzable para hallar la motivación necesaria para alargar su temporada hasta octubre. El año pasado, Induráin echó el resto por el Mundial y el récord de la hora. Éste, ve la Vuelta más difícil.Clasificaciones
Segunda etapa. Roa-Lagunas de Neila, 186 kilómetros. 1. Rominger (Mapei), 4h 49m 32s. 2. Jiménez (Banesto), a 3s. 3. Jalabert (ONCE), a 35s. 4. Dufaux (Festina), m. t. 5. Arsenio (Mapei), m. t. 7. Induráin (Banesto), a 52s.
General. 1. Rominger, 8h 30m 20s. 2. Jiménez, a 3s. 3. Jalabert, a 35s. 4. Dufaux, m. t. 5. Arsenio, m. t. 6. Cuesta, m. t. 7. Induráin, a 52s.
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