Yeltsin da plenos poderes a Lébed para que acabe con la guerra en Chechenia

Borís Yeltsin, apenas estrenado su segundo mandato como presidente ruso y con síntomas evidentes de sufrir graves problemas de salud, dejó ayer en manos del controvertido general Alexandr Lébed la conducción de la crisis chechena, en lo militar y en lo político. El líder del Kremlin firmó un decreto en el que se conceden al Consejo de Seguridad, que dirige el propio Lébed, "amplios poderes suplementarios" para "coordinar las actividades de los organismos federales" en la república rebelde. Desaparece la comisión intergubernamental encabezada por el primer ministro, Víktor Chernomirdin, y se crea un "Estado Mayor operativo", que controlará el general, que hoy viajará a Grozni, por segunda vez en una semana , en busca de una tregua inmediata y una solución a largo plazo del conflicto. Los independentistas siguen controlando la capital chechena, de la que casi han expulsado a las tropas rusas. El pasado sábado, Lébed fue nombrado representante plenipotenciario de Yeltsin sin siquiera ser consultado previamente, lo que le llevó a comentar: "Hay gente interesada en que me rompa el cuello en Chechenia". Por ello, presentó a Yeltsin un decreto a su medida y logró que éste lo firmara. Ayer mismo, el general se mostró partidario de nuevas elecciones locales para que se forme "un Gobierno que sea aceptado y respetado por el pueblo".