TARTA GIGANTE
El pastelero segoviano Demetrio San Frutos hizo honor a su profesión y endulzó la boda de su hijo Antonio con Ana Gómez construyendo una espectacular tarta que dejó boquiabiertos a los cerca de 300 invitados al banquete. El conjunto, de 2,30 metros de altura, para cuya elaboración se emplearon 70 kilos de azúcar, representaba la entrada de un palacio. Asimismo, había una carroza, de unos 10 kilos de peso, realizada también con azúcar y tirada por dos cisnes de caramelo blanco. Este espectacular postre, que disponía incluso de luz gracias a una batería, se completaba con 10 tartas de mousse de marrón glacé, que se sirvieron junto a helado de biscuit de crocanti. Antonio, profesor universitario, también ayudó a su padre en este trabajo artesanal que, debido a sus dimensiones, tuvo que realizarse por piezas, en el obrador de la pastelería y luego montarla en el restaurante, donde la mayoría de los comensales repitió de tan suculento postre-
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