Cela critica el conservadurismo de los autores jóvenes españoles

Jovial y dicharachero, Camilo José Cela volvió ayer a dar rienda suelta a su vena cáustica durante la clausura de un curso de verano, sobre la obra del Nobel español, que se celebró en la fundación que lleva su nombre en Iria Flavia (La Coruña). Sin profundizar en exceso, porque se limitaba a contestar preguntas de los estudiantes, Cela fue dejando caer aguijonazos contra sus blancos de tiro favoritos, como los escritores jóvenes -de quienes criticó su conservadurismo y su sometimiento al dictado de los lectores-, la Real Academia Española -de la que dijo que está sumida en "profundidades ...

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Jovial y dicharachero, Camilo José Cela volvió ayer a dar rienda suelta a su vena cáustica durante la clausura de un curso de verano, sobre la obra del Nobel español, que se celebró en la fundación que lleva su nombre en Iria Flavia (La Coruña). Sin profundizar en exceso, porque se limitaba a contestar preguntas de los estudiantes, Cela fue dejando caer aguijonazos contra sus blancos de tiro favoritos, como los escritores jóvenes -de quienes criticó su conservadurismo y su sometimiento al dictado de los lectores-, la Real Academia Española -de la que dijo que está sumida en "profundidades casi abismales"- y la Universidad, cuyo nivel educativo "es el más bajo de toda la historia". Salvó, eso sí, a la nueva ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, "que por lo menos", comentó, "sabe leer y escribir".

Cela ha encargado ya el escudo del marquesado de Iría Flavia, título que le fue concedido por el Rey tras su reciente 80 cumpleaños. El lema, en latín, como manda la tradición, será una de las más recordadas frases del escritor gallego, la que pronunció con ocasión de recibir el Premio Cervantes, por el que llevaba largos años esperando: "El que resiste, gana".

Incorregible provocador, Cela ya advirtió a los estudiantes que él nunca ha hecho caso de Napoleón, que recomendaba tender puentes de plata al enemigo en retirada, y que prefiere quedarse con los consejos de Von Clausewitz, para quien al adversario "se le persigue hasta sus bases y se le destruye".

"Los 150"

Una de sus bestias negras es la Real Academia, a la que pertenece, pero de la que ayer volvió a decir que entró en una fase de "decadencia" tras la lejana muerte de Ramón Menéndez Pidal (1968). Otra son los escritores más jóvenes, "los 150 de Carmen Romero", como él mismo los denominó, que según la opinión de Cela pretenden regresar a las estructuras tradicionales de la novela, "al planteamiento, nudo y desenlace, y al final les acaba saliendo Pereda".Luego admitió que cualquier novelista de hoy tiene "más sagacidad" para desarrollar una historia que grandes autores del siglo pasado como Valera o Pardo Bazán, pero a la vez les reprochó su conservadurismo estilístico y su sometimiento "a los dictados de los lectores". Para Cela, el literato no tiene más remedio que buscar "una voz propia" y renovar constantemente.

El escritor ofreció una conclusión descorazonadora sobre la enseñanza superior en España "El nivel universitario español es hoy el más bajo de toda la historia". Según Cela, el Ministerio de Educación es "uno de los más burocratizados" y ha estado dirigido por personas "que no sabían leer ni escribir". "Alguno hasta dijo en una ocasión doceavo", ironizó en alusión al actual secretario general de la OTAN, Javier Solana.

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