Los damnificados del Mortirolo

De los cuatro jinetes que alcanzaron la apoteosis en el Mortirolo el pasado Giro, tres empezaron el Tour -Tonkov, prudente, renunció-, de ellos sólo continúa el viejo indestructible Ugrumov -"cuando le veo las piernas, tan finas, tan sin músculos, siempre me pregunto cómo es capaz de subir como sube", dice con admiración Rominger-. El Gotti que asombró en el pasado Tour tanto como dejando clavado a Olano en el Giro y el Zaina que parecía haber subido un escalón decisivo en su historia, han tenido que abandonar, Sólo Olano -hombre grande y fuerte- y el ruso permanecen entre quienes fueron protagonistas en la carrera. italiana. Berzin también está en el Tour, pero el Giro lo corrió con filosofía. Parecia que este año no. Todos hablaban de un Giro menos duro que el anterior, el que acabó, con tantos, con Rominger con Berzin, con Ugrumov. Pero al final, se mira la lista de bajas diarias y. se recuerda el Giro. El último en sumarse de entre los que acabaron en Italia entre los 11 primeros es el francés Robin, retirado ayer. Y no quedan más. Buenahora, undécimo en el Giro, se cayó en la primera etapa. ¿Es el Giro un matahombres se corra como se corra?"El problema no es tan simple", empieza Quintarelli, director del Carrera, y no para. "El problema es que se corren muchas carreras y muy deprisa desde el principio de temporada. Y la gente llega cansada y desmotivada al Tour. Todo esto ha cambiado el sentido del ciclismo. Todos buscan una victoria desde el principio que les salve la temporada, cuando lo único importante de verdad son Vuelta, Giro, Tour y las grandes clásicas. Lo demás no vale para nada. Terminado el Giro, para muchos ha terminado la temporada. Es una falta de respeto. Lo ideal es lo que hace el Banesto, poner el Tour en primer plano. Nosotros lo intentamos así, y ya ni siquiera tenemos sprinters. ¿De qué nos valen? Una victoria de ese tipo se olvida al día siguiente. Hasta nuestro patrocinador no les daba importancia cuando las conseguíamos". El parte de retirados de la etapa de ayer da la razón al fogoso Quintarelli: 14 abandonos y tres fuera de control. Más de medio equipo Saeco -el sprinter Mario Cipollini les abrió la vía-, unos cuantos Panaria -llegaron sin ilusión y sin líder- y algún Roslotto. Los equipos que más protagonismo acapararon en el Giro. Los que llevan toda la temporada sumando victorias.