Conchita salva su peor prueba
La aragonesa, en octavos tras una gran victoria sobre McNeil
Conchita Martínez, tercera cabeza de serie, superó ayer- uno de los peores obstáculos de su camino hacia las últimas rondas. Se enfrentó a una norteamericana de 32 años a la que había vencido ya en las semifinales de 1994, cuando acabó ganando el torneo: Lori McNeil. En tierra batida el partido habría tenido poca historia. Pero la hierba es la superficie predilecta de la estadounidense, que ahora se mueve entre las 50 mejores jugadoras mundiales. Sin embargo, Conchita salvó la prueba, ganó a McNeil por 7-5, 7-6 (7-4) y, se juntó a Arantxa Sánchez en los octavos de final de Wimbledon (Canal +).Fue una gran victoria. No es que McNeil mantenga el nivel que le permitió ser la novena jugadora mundial en 1988. Fundamentalmente lo que más le falla es el físico. Y en Wimbledon le hace poca falta: los puntos son muy rápidos porque basa su estragegia en un buen servicio y una excelente volea. Hay que estar muy acertado y ajustar muy bien los golpes para vencer a una jugadora de estas características. Y ayer la aragonesa tuvo, que luchar en varias ocasiones contra sus propios fantasmas.
Sin embargo, supo sobreponerse y buscó recursos físicos cuando su juego no la acompañó. Dio la imagen de una tenista que sabe lo que hay que hacer para ganar en hierba. Cuando afrontó los puntos importantes del partido, no falló. McNeil la dominó por 4-2 en la primera manga y por 4-1 en la segunda. Pero Conchita reaccionó siempre a tiempo y se adjudicó los breaks en los momentos precisos. En ambas mangas tuvo saque para ganar. Aunque en la segunda debió recurrir a la muerte súbita.
Fue una excelente prueba de fuego para la aragonesa, que mañana -hoy es día de descanso- se enfrentará a la japonesa Kimiko Date, la 12ª cabeza de serie. Arantxa jugará también ante la belga Sabine Appelmans, 28ª mundial.
La jornada se saldó con la eliminación de tres cabezas de serie: Anke Huber (5ª), Wayne Ferreira (11º) y Marc Rosset (W). El torneo masculino nunca había vivido una situación tan catastrófica: sólo cinco cabezas de serie de los 16 iniciales siguen en competición en octavos de final.
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