TVE-1 estrena hoy 'Babylon 5', una nueva serie en la tradición de 'Star Trek'
La vida no será muy diferente en el año 2258: asesinatos, conspiraciones, terrorismo, narcotráfico... Pero la discordia será esta vez intergaláctica, y la última frontera no estará en el Enterprise, sino en superestación Babylon 5, la nueva ONU del espacio, pacificadora y multirracial, que desembarca hoy en TVE-1 (18.00) al calor del auge del género.
La ciencia-ficción gana conversos, algunos tan notables como el presidente Bill Clinton, que se ha quejado de que la cadena por cable especializada en ciencia-ficción (SciFi Channel) no llegue a la Casa Blanca y a Camp David, problemas que la cadena se ha apresurado en solventar.A Michael Straczynski, el creador de Babylon 5, la afición le viene de lejos. Escritor y guionista del género, pertenece a esa generación de mística post-sesentayochista que cree que dos millones de años "no pueden culminar en dos descerebrados, Beavis y Butt-Head". Straczynski ha bebido de la filosofila de Star Trek, aunque Babylon 5 es más optimista y realista. La guerra entre hombres y máquinas de Captain Planet and the soldiers of the future fue el primer paso hacia esta serie, que él hubiera querido que se pareciera a Star Trek por la acción y a Canción triste de Hill Street por los personajes, con un toque sombrío a lo Blade Runner. Lo que ha conseguido es hacer de Babylon 5 una serie de guionistas con logrados, por baratos, efectos especiales, y una buena caracterización. Y una novedad: la historia está escrita para que dure cinco años exactos.
Entre los guionistas (Straczynski ha escrito 12 de los 22 episodios de la primera entrega) y asesores, Babylon 5 ha contado con 'nombres señeros del género, como el de la editora de guiones del original Star Trek, Dorothy Fontana (hay una aparición estelar de Walter Chéjov Koenig), trabajaron con condiciones: ni niños ni simpáticos robots, además de evitar los tableros de luces parpadeantes y la tecnomagia o brillo para paletos.
Straczynski sabe que la gente sigue la ciencia-ficción en televisión no por los efectos especiales, sino por los personajes. Pero mejor si los efectos no son malos, como en este caso, realizados en su mesa de ordenador por Ron Thornton y un pequeño equipo, que obtuvo el Premio Emmy a los efectos visuales.
En Babylon 5 confluyen, como en el Enterprise, una variedad vistosa de formas de vida. Humanos y especies varias. Optic Nerve, la empresa que ha trabajado para superproducciones como El retorno de Batman, se encarga de crear las máscaras de sus más seductores alienígenas.
Desde que se estrenó Babylón 5, el mundo de la ciencia-ficción televisiva, sea clásica como las secuelas ole Star Trek o fantástico-especulativa como Expediente X, no ha dejado de sumar títulos que parecen certificar un renacimiento jaleado del género. Ahora mismo compiten en EE UU varias series futuristas, y, en España estamos viendo, entre otras, Lois y Clark (TVE-1), Otros limites, La dimensión desconocida (autonómicas) y la muy popular Expediente X (Tele 5). Ninguna de estas series ha pronunciado nunca las palabras fatales: problemas mecánicos.
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