_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

EL CUADERNO DE VALDANO

Jorge Valdano

El alimento del talento:Hay futbolistas que juegan al límite del error, al fin y al cabo cada regate tiene algo de apuesta (el que gana se lleva el balón) y cada pase de gol intenta atravesar fronteras vigiladísimas y sus márgenes son de centímetros. Esos jugadores no disfrutan de la paciencia de nadie (ni entrenadores, ni aficionados, ni periodistas); son medidos en cada balón que tocan y el veredicto instantáneo es bien o mal, éxito o fracaso. Viven discutidos (mejor sería decir angustiados). Pienso en dos viejos conocidos: Stoichkov y Hagi. En sus selecciones se sienten jefes, se saben admirados, queridos, importantes. Lo que pretendo decir es que el talento necesita de confianza y cuando la encuentra paga con gran fútbol.

Un nuevo perfil: Jugadores de color, no muy altos, de piernas fuertes para correr y para meterlas en donde haga falta (quiero decir movilidad y coraje). En el torbellino de una sala de prensa miro a Holanda y le agradezco la cinta a Seedorf, sin ella lo confundiría con Davids. En la selección francesa veo a Karembeu y aunque juega en otra posición me deja impresiones parecidas. Tienen un gran campo de acción, sentido de la participación, generosidad para cumplir con las obligaciones defensivas, para auxiliar en la circulación del balón y para la llegada a la zona de definición. Todo lo resuelven a la máxima velocidad y siempre juegan con la máxima intensidad. Un poco de casualidad y otro poco de necesidad. En este fútbol de corte industrial este tipo de jugadores son importantes para el proceso productivo.

Italia: La dictadura del movimiento de Arrigo Sacchi hace de la selección italiana un equipo simétrico que juega a un alto voltaje. Parece más ambicioso cuando no tiene el balón que cuando lo recupera; en cualquier sector del campo te aplastan con una presión insoportable que requiere de una fuerte inversión de energía física y mental. Empiezan el partido dispuestos en el campo de tal manera que parece que se va a dar la salida a una carrera de 100 metros y esa vocación atlética la sostienen durante los 90 minutos de juego de lo que parece una olimpiada futbolística. Si Baggio formara parte de este equipo seguramente no sería feliz, como no lo será Del Piero, que ayer sólo aguantó en el campo medio tiempo haciendo tareas que no siente y tampoco sabe cumplir. Italia es candidata por historia, oficio y cultura competitiva pero le va a costar aguantar ese ritmo endiablado. Si no es fácil jugar (disfrutando) en un equipo de Sacchi, menos fácil aún es jugar en el equipo rival. Te comen: ¡ham, ham, ham...!

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_