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GENTE

EL RELATIVO SILENCIO DE LOS MONJES

La ruina provocada por la contaminación del petróleo y la enfermedad de las vacas locas ha llevado a 16 monjes cistercienses a romper sus votos de silencio para anunciar en televisión las delicias de su remota isla en Gales. "Si queremos sobrevivir en nuestra isla tenemos que aceptar cierto nivel de mundanidad", ha declarado el abad, el hermano Robert, quien añadió: "Parece que la televisión y la publicidad son una parte importante del mundo moderno"'. Los monjes financiaban el monasterio en la islita de Caldey con la visita en barco de turistas, que algunos días llegan a ser 3.000, y que compraban los productos de su granja. Pero el desastre se abatió sobre ellos el pasado mes de febrero cuando el buque Sea Empress encalló derramando miles de toneladas de petróleo. Entonces intentaron sobrevivir vendiendo algunas de sus 100 vacas, pero llegó la crisis del consumo de esta carne como consecuencia de la enfermedad de las vacas locas. "Tenemos reglas estrictas de silencio", afirmó el hermano Roberto, "pero también tenemos que vivir en el mundo moderno".-

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