La peligrosa barrera
Jan Zelezny pulveriza su récord mundial y vuelve a rozar los 100 metros en jabalina
El checo Jan Zelezny, el gran rey del lanzamiento de jabalina en los últimos 10 años, ha vuelto a abrir la polémica. Este capitán del ejército checo que jamás se ha puesto el uniforme -al mejor estilo de los anteriores profesionales militares del Este- batió el sábado en la reunión de Jena (Alemania) su propio récord del inundo con 98,48 metros. El peligro de que la jabalina cruce los estadios y acabe en las gradas vuelve a cernirse como hace nueve años. Entonces se cambiaron los modelos y ahora pueden volver a revisarse.Los lanzamientos son el apartado más oscuro del atletismo. Difícilmente se aprecia en ellos la espectacularidad de las carreras o los saltos. Si el norteamericano Al Oerter pasó a la historia como uno de los grandes mitos fue por haber ganado cuatro títulos olímpicos consecutivos. Pero pocos se fijaban en él durante las pruebas a diferencia de otras estrellas contemporáneas. Sólo en algunos países, como en Finlandia, hay un culto especial por la jabalina.
Y es este lanzamiento el que más ha destacado en los últimos años por su desmesura, por ser en el que más distancia se ha alcanzado de todos, a veces por encima de los límites peligrosos. En 1984, después de que el entonces alemán oriental Uwe Hohn llegara a poner el récord mundial en 104,80 metros, la federación internacional (IAAF) decidió cambiar la jabalina utilizada.
Dos cambios de modelo
El modelo planeador se sustituyó por otro con el centro de gravedad más adelantado para que cayera antes. El límite bajó entonces radicalmente. El mismo Zelezny impuso el primer récord de la nueva era con 87,66 metros. Pero la picaresca continuó. En 1991 el récord se batió cuatro veces -Zelezny una de ellas- y el finlandés Seppo Raty lo elevó hasta 96,96 metros. ¿Qué había pasado? Respetando la nueva posición del centro de gravedad, el húngaro Miklos Nemeth, campeón olímpico en Montreal 76, había ingeniado un nuevo modelo de jabalina con una superficie rugosa que le permitía planear más. La IAAF tuvo que prohibirla también y exigir jabalinas lisas. El inglés Steve Backley, quizá el mayor rival de Zelezny, tuvo en 1992 el tercer nuevo récord inicial en 91,46 y desde entonces Zelezny, con dos tiros por encima de los 95 metros en 1993 se hizo el amo. Ahora ha vuelto a abrir la puerta del peligro con una mejora impresionante de casi tres metros.Zelezny es el vivo ejemplo de que ciertas modalidades deportivas en las que la fuerza parece fundamental, no es así. Sin olvidarla, la clave siempre está en la velocidad y en la coordinación de movimientos. Zelezny, que el 1 de junio cumplirá 30 años, sólo mide 1,86 metros y pesa 77 kilos. Hijo de lanzadores parece llevar la técnica en los genes y compensa su menor corpulencia respecto a otros con una rapidez eléctrica.
Tras su primer récord mundial en 1987, su trayectoria no fue deslumbrante en las grandes competiciones hasta 1992. Fue únicamente medalla de bronce en los Mundiales de Roma 87, plata en los Juegos de Seúl 88 y tuvo una grave lesión de vértebras en 1989 que casi. le obligó a la retirada. Pero ganó el titulo de Barcelona y encadenó los mundiales de Stuttgart 93 y Gotemburgo 95. "Ahora voy por los 100 metros", dijo tras superar los 98. La cuestión es si le dejarán.
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