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La reconquista del gol

Siete delanteros españoles aparecen entre los 13 mejores realizadores de la Liga

Javier Clemente no puede tener queja esta vez. Pizzi, Raúl, Salinas, Prieto, Pier... Pocas veces se habían colado tantos futbolistas nacionales en la tabla de máximos realizadores del campeonato. El dato cobra carácter de reconquista. Sometidos sin remedio durante las dos últimas décadas al dominio extranjero, los nombres españoles empiezan a parecer con peso propio por los puestos de ataque de los equipos. Y la tendencia empieza a surtir su efecto: del total realizador de la Liga, el 62,5% procede de reates nacionales. El gol ya no habla un idioma necesariamente distinto al nuestro.Amparados en la aparición desde abajo de una buena generación de futbolistas con gusto ofensivo, los técnicos se han ido atreviendo a desautorizar el derecho de pernada de los delanteros foráneos, fichados en su mayoría a golpe de talonario, y a confiar en los nombres españoles. De pronto, Raúl se hizo con a propiedad de una de las plazas atacantes del Madrid pese a Zamorano, Esnáider y Rincón; en el Betis, Alfonso y Pier pasaron por encima de Kowalzyck y Aquino, que acabó refugiándose en el Rayo; Urzaiz mandó al banco a Raducioiu... La medida alcanzó por contagio a otras escuadras: Salinas, Morientes, Dani, Jordi, Gálvez, Sánchez... Todos encontraron un pasillo por donde meterse.

A cambio, los banquillos conocieron inquilinos impensables en otra época. Por allí aparecieron apellidos del tamaño de Radchenko, Viola, Esnáider, Kodro, Raducioiu, Latorre, Christensen, Faizulin, Guilherme, Milojevic... Casi una irreverencia. Pero en ningún caso resultó una decisión caprichosa. La apuesta nacional daba resultado. Los números que enseña esta Liga (las cuatro jornadas que restan para su final deben cambiar pocas cosas), dejan poco lugar a la duda.

Vale que la lectura del gobierno realizador de Pizzi (28 goles) es engañosa -no deja de ser un argentino nacionalizado-, pero no es el único dato que habla del crecimiento español: la mitad de los mejores goleadores del campeonato son españoles y 10 de los 12 conjuntos de Primera enseñan como mejor arma rematadora a un producto local.

No es la primera vez que figuran futbolistas de aquí a la cabeza de los goleadores -Manolo (Atlético) y Butragueño (Madrid) se hicieron con el pichichi en cursos no demasiado lejanos-, pero sí que aparecen con tanto peso y en tanto número. La lista de realizadores nacionales es poderosa, hasta el punto de no estar obligados a inclinarse ante las llamativas botas de fuera. ¿Es el efecto de vivir una de las peores ligas de los últimos años? No tiene por qué: hasta la jornada de ayer, Pizzi era el segundo mejor goleador del fútbol europeo. Estamos ante un descenso cualitativo del juego, no hay duda, pero que se extiende más allá de nuestras fronteras.

Salvo contadas excepciones, como la del valencianista Mijatovic (25 goles) o el deportivista Bebeto (23), las estrellas goleadoras extranjeras han pasado una temporada de lo más oscura. Los otros tres foráneos que aparecen entre los 10 mejores realizadores son el atlético Penev (16), el vallisoletano Peternac (15), el realista Karpin (13) y el albaceteño Bjelica (13).

El fracaso más ruidoso lo han formado aquellos futbolistas que tenían la misión de llenar de goles al Madrid y al Barcelona. Kodro, tras marcar 25 y 23 tantos en las dos últimas campañas, no ha conseguido llegar aún a la decena en ésta, y Zamorano, pichichi el ejercicio anterior (28), no pasa en éste de los 12 goles. Incluso ha visto cómo un chaval de 18 años, Raúl (17), le ha arrebatado la responsabilidad goleadora del equipo.

El gol español se ha reforzado. Y, por extensión, ha dejado sin coartada al seleccionador. Desde que la Liga decidió abrir sus fronteras a mediados de los setenta, los técnicos que tomaron el mando de la selección nacional se agarraron a la falta de atacantes como pretexto convincente para justificar los malos resultados. Una excusa que se fabrica en cadena: los equipos sólo se fían de los delanteros extranjeros, los españoles no juegan, y así, decían, no hay quien pueda marcar goles con la selección.

El propio Javier Clemente, el seleccionador actual, se quejó a principio de año de que todos los futbolistas españoles con valor gol o jugaban en la media punta (Caminero, Guerrero, Fran, Jordi, Fernando), o ni siquiera jugaban (Salinas, Alfonso). La historia ha cambiado. Y la baraja donde elegir se ha multiplicado. De pronto, el fútbol español se ha llenado de delanteros propios: Pier y Alfonso (Betis), Lardín y Urzaiz (Espanyol), Raúl (Madrid), Salinas (Sporting)... Se acabará por pedir que aparezca algún defensa.

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