Muerte por teléfono

La de Dzhojar Dudáiev fue una muerte de alta tecnología. Los rusos lo habían intentado numerosas veces y por distintos métodos, pero hasta el domingo no consiguieron, por fin, acabar con el hombre que desde la apartada Chechenia había puesto en jaque al Ejército ruso.Dudáiev hablaba con un teléfono por satélite desde una remota aldea con un negociador del Kremlin. Como lo había hecho otras veces. Y los rusos, como otras veces, detectaron la señal. En esta ocasión la conversación se alargó y dio tiempo a que aviones movilizados con urgencia dieran con la señal que guió sus misiles. En el pasado, lo escueto de la comunicación les hizo perder su objetivo.

Dudáiev fue alcanzado en la nuca por un trozo de metralla. Su sucesor, Zelimján Yandarbíev, prometió ayer seguir la lucha por la independencia de Chechenia.