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Pradolongo, el cuarto parque de Madrid, estrena estanque 'sin goteras'

El parque de Pradolongo, en Usera, el cuarto más grande de Madrid, con sus 72 hectáreas, ha acabado con las goteras que sufría su estanque. Durante semanas, el vaso ha permanecido vacío para poder impermeabilizarlo y acabar con las filtraciones que sufría. Hace cuatro días, los operarios municipales volvieron a llenarlo de agua. El Ayuntamiento de Madrid ha invertido 30 millones de pesetas en esta zona verde sureña que a menudo es objeto de las críticas vecinales por sus problemas de mantenimiento.

Las obras incluyen también el cambio de las bombas de achique del estanque, el arreglo de sus aliviaderos y la instalación de cuatro surtidores. Todo ello persigue oxigenar mejor sus aguas para que los peces vivan en ellas sin sobresalto. Entre los proyectos inmediatos figura la creación de un pequeño muelle para barcos de vela dirigidos por radiocontrol a través de un convenio con la federación encargada de este deporte. También se están ajardinando algunas zonas.Este parque, limitado por las barriadas de Meseta y Cornisa de Orcasitas y cercano al hospital Doce de Octubre, está situado en una zona ocupada antaño por chabolas y vertederos. Su construcción fue un tanto azarosa. Prevista su finalización para comienzos de los años ochenta las obras se demoraron hasta una década después. En los primeros proyectos participaron los vecinos de la zona, que entonces luchaban por un nuevo barrio con viviendas y equipamientos dignos.

Dotado de campos de deportes, una ría artificial, un estanque, un templete y una montaña artificial, su construcción costó 1.500 millones de pesetas. Su gran extensión y su moderno diseño tiene un, contrapunto chocante: en medio del estanque, en una pequeña península de hormigón, se yergue una torreta eléctrica de 137.000 voltios. El dinero no llegó para enterrarla y amenaza con convertirse en el emblema de esta zona verde a la que sólo superan en extensión la Casa de Campo, el Retiro y el parque de Juan Carlos I del Campo de las Naciones.

Fuente de los Delfines

De otro lado, la fuente de los Delfines, en la plaza de la República Argentina, volverá a funcionar en mayo una vez finalicen los trabajos de impermeabilización del vaso, que comenzaron el jueves. Los técnicos están revisando las uniones de la estructura para arreglar las fisuras y filtraciones. El coste de las obras será de unos 12 millones. La fuente, obra del escultor Cristino Mayo, fue inaugurada en 1969 y reconstruida por el Ayuntamiento en los años 70 sobre el paso subterráneo de Joaquín Costa.

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