El Barca se acerca a la cabeza
El triunfo mínimo sobre la Real Sociedad deja a los azulgrana a tres puntos del líder
La Liga no se fue de vacaciones. La emoción no descansa ni en la Semana más Santa. El Barça consiguió ayer acercarse más a la cabeza, más a la cúspide, más a la cumbre. Su aliento debe llegar ya al cuello del Atlético. La Liga no tiene ya un solo dueño. Por primera vez en cinco meses, los azulgrana también dependen de sí mismos para ganar el campeonato, siempre y cuando desequilibren a diferencia de goles a su favor cuando el Atlético visite el Camp Nou dentro de dos semanas. La cabeza se ha acortado en tres puntos. Quedan muchas jornadas de taquicardia.El Barça salió espoleado con el empate del Atlético. Johan Cruyff había apostado abiertamente por un equipo de suplentes para no trastocar sus planes para la final de la Copa del Rey. Figo, Guardiola, Ferrer y Hagi no fueron ni convocados -teóricamente están algo tocados- y en el banquillo se quedaron Oscar, Celades y Bakero. Siete de los futbolistas titulares en Múnich no estaban en el césped. Pero el grupo no se resintió. Volvían Jordi, Kodro, Prosinecki e Iván de la Peña al once inicial y los azulgrana trenzaron el mismo fútbol rápido, al primer toque, sin concesiones, con una defensa de tres hombres algo adelantada que solo debía atajar las incursiones de Craioveanu y Karpin. Popescu hizo de Guardiola, abriendo juego por las bandas para que el croata y lo pelat nutrieran a Jordi y al bosnio. Quizás no tuvo el juego el mismo brillo que ante el Tenerife, pero mucho se le acercó. Kodro, mucho más activo ayer ante su ex equipo, saboreó el gol (m. 8) y hubo acciones nada despreciables que el colegiado anuló señalando fueras de juego. El Barça no se desesperó: aguardó primero a que el partido se acabara en Oviedo (otra vez un griterío en las gradas) y fue cercando a la Real. El gol se mascaba. Kodro envió un balón al poste y Jordi estuvo a punto de marcar un gol fantasma. Fue otra vez Guillermo Amor, un hombre que se ha pasado media temporada viendo los partidos desde casa y desde una butaca en el Camp Nou, quien tras recibir un pase de cabeza de Jordi, se metió en el área, aguantó la salida de Alberto, escoró hasta la derecha y luego hasta casi agujerea la portería. El estadio fue el delirio. Hacía cinco meses que el Barça no dependía de sí mismo para ganar la Liga. El Camp Nou se sumergió en un estado de excitación que no había vivido, posiblemente, desde hacía años.
El descanso torció el rostro idílico del partido. El Barça tiene problemas cuando duda. Y la presión para conservar la distancia de tres puntos ante el Atlético se notó en las piernas y en la cabeza. Luis Pérez, de cabeza, estuvo a punto de estremecer el estadio y luego Aranzabal de un potente chut empezó a hacer lo propio. Jordi y Kodro no lograron batir a Alberto cuando parecía más difícil fallar el gol que meterlo. El juego bajó muchos enteros y el grupo se empezó a quedar agazapado. Los pases hacia Busquets empezaron a inquietar a la gradería. Cruyff no permitió que cundiera la histeria y empezó a mover sus fichas. Bakero salió en lugar de Iván para asentar el equipo (aplausos en las gradas) y Oscar salió en lugar de Jordi.
Javier Irureta, técnico de la Real, había avisado que el Barça jugaría con la tenaza del marcador. No se equivocó. Los donostiarras dieron fe de por qué han realizado una espléndida segunda vuelta. Dieron en todo momento sensación de peligro pese a que siempre fueran más claras las ocasiones del Barça. Como el gol, solo ante puerta, de cabeza, que falló Kodro después de que Prosinecki, que no abandona su individualismo, errara un chut ante Alberto. El final fue un auténtico recital a la angustia y al sufrimiento. Costó mucha sangre y lágrimas que los tres puntos se quedaran en casa.
Cruyff: "Nuestra ilusión es ganar un título tras otro"
El Barcelona vivió ayer otra jornada redonda para sus intereses. Tras la goleada encajada en Valencia (4-1),el pasado 10 de marzo, el conjunto azulgrana va recaudando, y suma 13 sobre 15 puntos posibles (sólo cedió un empate ante el Tenerife en el Camp Nou). Hoy aparece en la tabla a tres puntos del líder.Johan Cruyff no tuvo ningún reparo en vaticinar: "Si el Barça gana sus últimos siete partidos será el campeón". El técnico justificó su tesis argumentando: "Cada partido que pasa se ve a un equipo mucho más entero y la plantilla va aumentando su fe sobre las posibilidades que se presentan para conseguir los tres títulos a los que aspiramos. La moral que tenemos ahora no puede disminuir antes de llegar a la fase final de la Liga. Estamos muy cerca de intentar conseguir nuestra máxima ilusión que es ganar un título tras otro".
Cruyff cree que su equipo tiene al Atlético a su alcance: "Nos faltan tres puntos", señaló. "El Atlético tiene que acudir al Camp Nou, encuentro que debemos ganar, y entonces estaremos empatados".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.