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FÚTBOL COPA DE LA UEFA

Un equipo de ensueño en los despachos

Los ex jugadores copan los puestos directivos y técnicos en el Bayern Múnich

En el Bayern de Múnich, que mañana juega contra el Barcelona en el partido de ida de las semifinales de la Copa de la UEFA, mandan sus antiguas figuras: el presidente del Bayern es Franz Beckenbauer, el Kaiser, 396 partidos de Bundesliga jugados con el equipo y 103 veces internacional; el vicepresidente es Karl-Heinz-Rummenigge, 162 goles en 281 partidos para el Bayern y 95 veces internacional; el gerente es Uli Hoeness, 239 partidos, 86 goles y 35 veces internacional; el segundo entrenador es Klaus Augenthaler, 404 partidos, 52 goles y 27 veces internacional; el entrenador del equipo de promesas es Gerd Müller, 365 goles en 427 partidos para el Bayern y 62 partidos internacionales; el entrenador ocasional del guardameta Oliver Khan es Sepp Maier, 473 partidos con el Bayern, y ex portero de la selección en cuatro mundiales, y hasta el concesionario de la tienda de recuerdos, Hans Pflügler, jugó 277 partidos de Bundesliga con el Bayern y 11 con las lección. Otto Rehagel, el entrenador del club, también fue cocinero antes que fraile aunque no jugó en el Bayern sino en e Rot Weiss Essen, el Hertha Be, En y el Kaiserslautern.No hace muchos días Beckenbauer puso en tela de juicio el modelo de gestión del Bayern y apuntó la posibilidad de abandonar la presidencia dentro de un año. Considera Beckenbauer que no se puede llevar una empresa como el Bayern, que no es una sociedad anónima, con un presidente no profesional que se da una vuelta por las oficinas una vez a la semana. Mientras se decide el modelo de gestión, Beckenbauer sigue al frente del club con un estilo presidencial que podría definirse como multimedia si se tiene en cuenta que los conflictos del Bayern, que no son pocos, se dirimen a través de los medios de comunicación de masas.El colmo de esta multimedialidad se produjo hace dos semanas, cuando el capitán Lothar Matthäus desafió al delantero centro Jurgen Klinsmann a un debate en la televisión para ajustar las cuentas pendientes entre los dos sobre el liderazgo en el equipo. El propio Beckeribauer no se queda atrás. El Kaiser tiene contratos de comentarista con el diario sensacionalista Bild Zeitung, con una tirada de cinco millones de ejemplares; con la cadena privada de televisión RTL para los partidos de la Liga de Campeones, y con la de pago Premiere, donde comenta la Bundesliga. Los comentarios de Beckenbauer sobre su propio equipo no son moco de pavo. "Defensa de enanos", "equipo de colegio" y "juegan peor que el equipo de veteranos de la selección nacional" son una muestra de los comentarios de Beckenbauer sobre el equipo que preside.

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Beckenbauer parte de un estilo de gestión que podría definirse como aplicación de la funcionalidad del conflicto. El presidente deja plantear de forma pública los conflictos y da un golpe sobre la mesa para hacer reaccionar a los actores implicados. Este mecanismo parecía no dar resultado en una pelea de todos contra todos, hasta que Beckenbauer amenazó con tomar duras medidas y recurrir al despido de las figuras en caso necesario. La bronca surtió efecto y el Bayern. se ha recuperado, al menos de momento. La primera víctima de este mecanismo parece ser Rehhagel, quien no soporta la prensa y odia tener que comparecer cada día ante los periodistasras. Tras años como entrenador en Bremen, en un ambiente familiar y provinciano, Rehhagel se ve obligado a lidiar con una tropa de estrellas endiosadas y periodistas con pelos en el colmillo. Esto hace que Rehhagel, entrenador autoritario, tenga que hacer la vista gorda y mirar a otra parte cuando jovenzuelos como el centrocampista Scholl le llaman "viejo pastillero" al ser sustituidos o cuando el defensa Ziege, ante la misma situación, pronuncia la cita clásica alemana "¡chúpame el culo!".

Los entrenadores lo tienen difícil en Múnich con una constelación como la directiva del Bayern, con el trío dirigente de antiguos ídolos del calibre de Beckenbauer, Rummenigge y Hoeness. El viejo conocido de la afición española Max Merkel considera que el Bayern es un equipo "inentrenable" y que sólo si Beckenbauer volviese a sentarse en el banquillo reinarían de nuevo el orden y la disciplina tan caros a Mister Látigo. El ex entrenador del Barcelona Udo Lattek cree que Rehhagel no tiene la menor oportunidad de triunfar en Múnich a la sombra de Beckenbauer y que "el único que podría servir de contrapeso a Beckenbauer sería Johan Cruyff", precisamente el mismo que mañana se sentará en el estadio Olímpico en el banquillo del equipo visitante.

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