Gil puede ser suspendido cautelarmente hoy y estar ausente del palco de la final de Copa

Jesus Gil y Gil, presidente del Atlético de Madrid, tiene todas las papeletas para estar ausente del. palco en la final, de la Copa del Rey entre su equipo y el Barcelona, el 10 de abril, en Zaragoza. El Comité de Competición tiene previsto acordar hoy la suspensión cautelar de sus cargos mientras se resuelve el expediente que le abrió el pasado 13 por su brutal agresión al gerente del Compostela, José González Fidalgo, y el intercambio de, graves insultos con éste y el presidente del club gallego, José María Caneda, en la sede de la Liga Profesional. Pedro García Pérez, juez instructor del expediente a estos tres dirigentes, ha propuesto, como primera medida, la suspensión cautelar de todos ellos.

El Comité de Competición, según fuentes del Consejo Superior de Deportes (CSD), cuenta con apoyos jurídicos suficientes para ratificar la propuesta del juez instructor y suspender cautelarmente a los tres directivos implicados en uno de los incidentes más sonados de la historia del fútbol español. Dichas fuentes señalaron ayer que la Ley del Deporte, el reglamento disciplinario y los estatutos de la Federación ofrecen campo legal suficiente para adoptar tal medida.El CSD recibió el viernes el escrito de la propuesta del juez instructor y el mismo día se lo devolvió. "El CSD no tiene facultades sancionadoras en este tipo de incidencias", señalaron fuentes de dicho organismo, que, en su respuesta, llega a indicar que no sabe qué cargos tiene Gil en la Liga Profesional [Es vicepresidente deportivo].

El juez instructor del expediente ha justificado su petición al considerar "falta muy grave" el puñetazo que Gil propinó al gerente del Compostela. El Comité de Competición, en su día, decidió incoar este sumario al estimar el suceso de "excepcional notoriedad" y "alarma social". Su presidente, Alfredo Flórez, recalcó entonces: "Es un hecho notorio que ha perturbado el sosiego del colectivo del fútbol y la federación no podía permanecer insensible".

Jesús Gil arremetió el domingo contra el juez instructor al conocer su propuesta [le consideró "un ignorante y un analfabeto"]. El presidente del Atlético de Madrid, tras amenazarle con una querella, le acusó de "prevaricación descarada por hacer una propuesta demencial y cumplir las órdenes que le han dado, a sabiendas que la inhabilitación es ilegal e inconstitucional". "El juez instructor nombrado por la Federación", añadió Gil, "debe entender más de la venta de percebes y cigalas, negocio familiar, que de derecho, y miente como un bellaco y falsea la norma y cuando dice que el asunto de la inhabilitación se incluyó en el artículo 76, cuando en realidad sólo contempla esta posibilidad para temas económicos".

Según el artículo 76. 1. e de la Ley del Deporte, se considerarán infracciones muy graves "...las declaraciones públicas de directivos, técnicos, árbitros y deportistas o socios que inciten a sus equipos o a sus espectadores a la violencia". En el punto 4 del mismo artículo se incide, como falta grave, "los actos notorios y públicos que atenten a la dignidad o decoro deportivos, mientras el artículo 79 .1 señala que la comisión de infracciones deportivas acarreará "inhabilitación, suspensión o privación de licencia federativa, con carácter temporal o definitivo, en adecuada proporción a las infracciones cometidas". El artículo 81 establece que esas sanciones serán "inmediatamente ejecutivas, sin que los recursos contra las mismas paralicen o suspendan su ejecución".

El presidente del Atlético insisitó el domingo en que "espera con ilusión la resolución del Comité de Competición para acudir al juzgado de guardia". "Tengo cogidos a cuatro 'pajaritos' y al quinto me lo reservo", amenazó Gil. El presidente del Atlético se negó a facilitar los nombres, aunque los primeros podrían ser los tres integrantes del Comité de Competición -su presidente, Alfredo Flórez, Alvaro Querol y Pablo Mayor Menéndez-; el juez instructor del expediente, y, el quinto, Ángel María Villar, presidente de la Federación, al que Gil tampoco salva de un requerimiento judicial" por prevaricación".

Gil, si el Comité de Competición ratifica hoy su suspensión cautelar, puede recurrir la medida ante el de Apelación, y, en siguente y última instancia deportiva, al Comité Español de Disciplina Deportiva.